Hugo León Zenteno

@hugoleonz

Menos es más. Frase acuñada por el arquitecto modernista Ludwig Mies van der Rohe, la cual posteriormente se constituyó como lema, inspiración y fundamento del minimalismo, corriente artística que pugna por la supresión de elementos superfluos y por la optimización de los básicos en aras de un funcionamiento o expresión más pura. En el ámbito musical, es conocida la obra de Philip Glass y Wim Mertens, quienes con la repetición constante de pocos acordes han logrado piezas sonoras de gran significación. También es común el minimalismo como tendencia en el diseño de interiores.

Nuestra sociedad contemporánea, hiperconectada y sobrecomunicada, posee una alta densidad informacional, cuyos efectos de saturación en nuestra percepción y en nuestros procesos cognitivos he discutido ya en previas colaboraciones. Es precisamente por este exceso de información que tenemos que buscar formas de instrumentar su gestión de forma más eficaz. Así, un manejo más puntual (el menos) puede conllevar a hacer mejor uso y aplicación del cúmulo informativo que nos rodea (el más).

El campo de conocimiento que aborda estas tareas es la Infonomía, entendida como la disciplina que estudia la valoración, recopilación, selección, sistematización y aplicación de la información con fines empresariales, científicos y académicos. Las prácticas infonómicas se dan preponderantemente en entornos de negocios y en algunos contextos escolares, sin embargo, me parece que se pueden adaptar al manejo cotidiano de información que hacemos cotidianamente.

Pensemos simplemente en el tiempo que estamos frente a la computadora. Nuestro internetworking diario conlleva la visita, consulta, lectura, escucha o videncia de un cúmulo de websites, redes sociales, blogs y demás cibermedios. En muchas ocasiones, la información que tuvimos a nuestro alcance seguramente la requeriremos con posterioridad, tanto en términos de trabajo, estudio u ocio; no obstante el registro o documentación que hacemos de aquélla es complicado o poco ordenado. Hay quien decidirá imprimir lo que le parezca relevante (con el consiguiente costo de tinta y almacenamiento) o quien prefiera archivar dichos documentos en una o varias carpetas a las que no necesariamente será sencillo regresar; otra forma de gestionar esto es mediante la creación y organización de sitios favoritos (o bookmarks) anidados en el navegador de nuestra preferencia.

Existen herramientas de última generación que pueden apoyar a que la infonomía personal sea posible y muy accesible, con el respectivo impacto en nuestra productividad al permitirnos hallar y manejar la información de manera expedita. Apenas un puñado de universidades e instituciones en México están diseminando este tipo de conocimientos y generando programas de capacitación relativos, pero dada la necesidad ya puntualizada, en los próximos meses este tipo de iniciativas tenderán a incrementarse.

Correo:  hugoleonz@gmail.com

*Académico en las áreas de Periodismo y Comunicación. Actualmente es profesor en la Escuela de Periodismo de la UPAEP y en la Universidad de las Américas Puebla. Sus áreas de interés profesional son: recepción crítica de medios, hipermedios y noticias; análisis del mensaje periodístico en diarios nacionales e internacionales; ciberperiodismo; análisis y consultoría sobre arquitectura de información, usabilidad y calidad semántica en websites. Vive en la ciudad de Puebla; gusta del arte, el beisbol, el chocolate y la lluvia.

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