En cada proceso electoral, los aspirantes a todos los puestos de elección popular se suben a un ring y los ciudadanos con ellos. Acusaciones van y vienen. En este país, la compra de votos es lugar común en las elecciones. Es ahora el equipo de Josefina Vázquez Mota, aspirante panista a la candidatura presidencial por el Partido Acción Nacional, quien denuncia a uno de sus correligionarios, Ernesto Cordero, de compra de votos y pago de incentivos por acarreo de votantes. ¿Cuándo aprenderemos los mexicanos a respetar las reglas del juego y a darle el triunfo a quien gane por tener la mayor cantidad de votos sin trampas?

Es este el comienzo, ya veremos cómo se calienta el ambiente y cuantas denuncias habrá de parte de los candidatos de los diferentes partidos, hasta que llegue el momento de las votaciones en el próximo mes de julio.

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Actualmente se ha dado un fenómeno muy desagradable en las escuelas primarias y secundarias, el llamado bullying, que es una forma de maltrato hacia un niño o niña por parte de sus compañeros de escuela. Este ha ido creciendo en el mundo y significa una forma de humillar y amedrentar a una persona hasta hacerla sentir que no merece estar en el mismo sitio que sus hostigadores.

Los casos se multiplican, es momento de que cuando los padres de familia denuncian que su hijo o hija están sufriendo esta situación, maestros y autoridades de inmediato actúen para que los niños o adolescentes dejen de ser hostigados por sus propios compañeros, que es con quienes deberían compartir los juegos, los comentarios, las risas y no la hostilidad y el desprecio. Vivimos en un mundo de diversidad. No todos somos iguales, y muchas veces no queremos serlo. La tolerancia debe ser una mano que nos permita estrecharnos y aceptar que entre seres humanos, la diferencia es parte de nuestra esencia.