Para los suspirantes priístas al Senado las redes sociales son un terreno aún por comprender. Twitter es en la práctica poco explorado, y en Facebook, donde parecen sentirse más cómodos pues han logrado acumular un buen número de seguidores y mantienen un ritmo de publicación constante, están aplicando estrategias poco acertadas.
De acuerdo con Lucia Beristain Monterrosas, consultora en redes de la empresa Estrategia 360, los políticos están llegando a las redes sociales “sin comprender el potencial y dinámica de las mismas”.
“Lamentablemente no hay una estrategia vinculada a su plan general de marketing político. Además, hay un enfoque cuantitativo mal aplicado, es decir, están orientados a obtener seguidores o fans sin establecer lo que se busca en social media: escuchar, conversar, vincularse, retroalimentar”.
Beristain Monterrosas insiste en que lo importante de las redes sociales es interactuar para conocer a las audiencias digitales para conocerlas y poder ofrecerles contenido de calidad, “sin embargo, los políticos aún están temerosos de abrir la caja de Pandora, porque estos medios son abiertos, libres y democráticos”.
Ella, ellos y FB
De los seis apuntados tricolores, es la expresidenta Blanca Alcalá la que mejor ha estructurado su página en la red creada por Mark Zuckerberg, aunque presenta la misma debilidad que todos sus compañeros, ha generado varios perfiles en la red atomizando a sus seguidores en varios espacios.
Aunque su perfil principal con 5 mil 258 suscritos, abierto como “figura pública” lo que le permite herramientas que la cuenta de usuario normal no tiene, está diseñado para que funcione como un micrositio con galería de fotos, espacio para videos, calendario de eventos, direcciones para enlazar otros espacios (Twitter).
Y aunque sus comentarios recolectan un porcentaje de reacciones (40 aproximadamente) todavía bajo en comparación con el número de sus seguidores y está muy lejos del siete por ciento que se reconoce como un porcentaje valioso, sí es un número superior al que logran sus compañeros suspirantes.
Como parámetro podemos señalar por ejemplo que Enrique Peña Nieto, un político que tiene al menos un par de años trabajando una estrategia de posicionamiento en redes sociales ya sumó 1 millón 69 mil seguidores y sus post reciben más de 30 mil reacciones entre “me gusta” y comentarios.
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Y si a Enrique Doger Guerrero lo apabulló Enrique Agüera en Twitter, con un crecimiento importante en el número de seguidores, en Facebook el ex presidente municipal es quien mantiene la delantera por encima del rector.
Los dos mantienen varios perfiles, aunque en el caso de Doger la cifra llega a siete, entre páginas personales –4 mil 991 seguidores en la más activa, casi el límite a ese tipo de páginas— fanpages o páginas profesionales –como político suma 2 mil 902 inscritos— y dos grupos, abiertos cuando intentaba obtener la candidatura al gobierno del estado.
Aunque su nivel de influencia, medido en el porcentaje de personas que han comentando o “gustado” sus publicaciones es de apenas el 0.2 por ciento, y hay contenido ofensivo no filtrado.
Enrique Agüera por su lado le da prioridad a la imagen, partiendo de la idea de que Facebook es un medio mucho más visual de lo que es Twitter, aunque la interacción con sus seguidores es reducida y no siempre bien cuidada como en la imagen que se presenta: hay un solo comentario y no es precisamente amigable.
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Mención aparte merece Javier López Zavala, cuya página de “político”, abierta durante la campaña de 2010, ha logrado sumar 8 mil 458 seguidores, aunque no ha sido actualizada desde hace seis meses, su última publicación data del 6 de abril pasado.
En el caso de Alejandro Armenta, ex presidente estatal del PRI, mantiene también un perfil personal con 5 mil seguidores y una página de figura pública con el lema, colores y demás de lo que será su campaña “Puebla nos Une”, pero con una muy baja penetración: apenas ha logrado sumar 479 seguidores.
Alberto Jiménez Merino, ex secretario de Desarrollo Rural en el sexenio pasado, matiene un perfil personal con 4 mil 987 seguidores, y una cuenta de «político» con lo que podría ser un eslogan de campaña: «Por la seguridad alimentaria de las familias, avancemos juntos por México» donde apenas suma 13 seguidores y parece estar en construcción ya que carece de contenido alguno.
Fernando Morales Martínez, el hijo del ex gobernador Melquiades Morales, sólo mantiene su página personal en donde ya recolectó 3 mil 64 seguidores pero no parece dialogar con sus ellos, sí recibe comentarios sobre sus publicaciones y también mensajes directos, pero no hay respuesta a los cuestionamientos o anuncios que le dejan en su muro.