Lo que sucedió en Monterrey nos lleva inevitablemente a reflexionar y revisar las medidas de seguridad en los lugares con mayor afluencia. Por obvias razones las miradas se han centrado en los casinos; sin embargo, nos fuimos a dar una vuelta por Los Sapos y encontramos que los antros de plano se pasan por alto todas las recomendaciones y, peor aún, Protección Civil municipal reconoce que no han hecho ni operativos ni verificaciones.

Qué pena que hasta que suceden desgracias nos preocupamos, pero qué bueno que lo hagamos porque significa una oportunidad para prevenir accidentes y salvar vidas.

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Bajo advertencia no hay engaño. Insistimos en la necesidad de que la transparencia sea realmente una política de Estado, que la rendición de cuentas se vuelva la constante en todos los niveles de gobierno. Acostumbrémonos a ella, hagamos noticia, por favor. Como sociedad, nos urge.

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No pueden dejar de leer la colaboración de Roberto Alonso (a quien nos encontramos con su cacerola el pasado domingo en el zócalo) y, además, sumarse a su deseo. Nosotros lo hacemos: también queremos un país democrático.

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Como quizás ya habrán notado, estamos haciendo nuestro primer concurso “Cachondéate a Lado B”. El premio es un juego de mesa para divertirse con su pareja, participen y luego nos cuentan.