Maritza Jiménez Acevedo es locutora de tiempo completo en la estación comunitaria 104.7 FM “Bi zia’/ Aguila”, su pasión es hablar y comunicarse con un micrófono para preservar, difundir y revalorizar su lengua madre, el diidxazá.
Está pasión por la locución comenzó cuando Maritza cursaba la secundaria, hace 18 años, y es que para ella y su comunidad, San Blas Atempa, la radio es uno de los medios de comunicación más escuchados e influyentes.
En esta población no hay una sola vivienda que no cuente con un aparato radiofónico, pues es costumbre que los campesinos y amas de casa, así como artesanas y ciudadanía tengan como prioridad este medio de comunicación, sobre todo para saber la hora y las noticias locales, que se transmiten en su lengua madre.
“La radio es un poder y la locución lo es también, me gusta mucho, desde que estaba en la secundaria conocí una estación de radio, me invitó Rómulo Celaya a participar y desde entonces soy la más feliz de todas, me siento muy contenta por lo que he logrado”, expresó.
Maritza junto con otras nueve personas lograron a través de una Asociación Civil un permiso para operar la radio, todas y todos hablan zapoteco y lo difunden en sus diversos programas.
La habilidad en el micrófono la distingue y lo mas admirable es que lo hace desde su lengua madre.
“Nuestra intención cuando creamos la radio, es difundir y preservar nuestra lengua , toda la programación es en zapoteco, incluyendo las noticias y eso nos distingue mucho, porque tenemos mucho público, especialmente la gente adulta”, expresó.
De voz firme, agradable y fuerte como son las mujeres binnizá- zapotecas-, Maritza reconoce que hacer radio cuesta mucho esfuerzo, dedicación y pasión.
Recalcó que las ganancias en lo económico son mínimas, lo que importa es la satisfacción de comunicar y servir .
“Hablar desde un micrófono es poder, es ser un referente para toda la comunidad, y sí eres mujer, mucho más, y eso nos hace muy especiales”, dijo.
Entre sus sueños está consolidarse más, tomar cursos de locución y también impulsar una televisora, de tal forma que sea un canal y medio importante para la difusión de la cultura zapoteca.
“Hablar en un micrófono, conseguir el equipo de transmisión, hacer equipo humano y sobresalir todos los días no es nada fácil, es mucho esfuerzo y amor, y yo siento mucho orgullo”, concluyó.