En agosto del año pasado, unas semanas después de que Anel Nochebuena llegaran com titular al organismo público Museos Puebla, Josué Cantorán pudo hablar con ella y preguntarle de un tema álgido que había recibido de herencia de Sergio Vergara Berdejo, exsecretario de Cultura, los chips de supermercado con los que dijo se iba a “proteger” el patrimonio cultural y artístico del estado.
Dice la nota publicada en Revista Lumbreras: “Los avances y resultados del proyecto de colocación de supuestos chips de rastreo a las más de cien mil piezas que integran los acervos de los 21 museos que dependen del organismo público descentralizado Museos Puebla, dependencia hoy a cargo de Anel Nochebuena Escobar, se mantienen pendientes”.
Sigue la nota: “Cuestionada sobre lo hallado alrededor de este proyecto luego de ocupar la dirección de Museos Puebla apenas el pasado 22 de julio, la gestora cultural refirió que el plazo legal para los procesos de entrega-recepción no se ha agotado, por lo que prefirió no adelantar conclusiones y aseguró que en próximos días dará a conocer el estado que guardan los acervos museísticos y el proyecto de colocación de chips para su supuesto resguardo.”
Después de eso se buscó silenciar el tema. En septiembre la Secretaría de Cultura y Museos Puebla declararon que los contratos estaban reservados y no tenían la intención de abrir la información.
Un mes después, en octubre, Enrique Glocker dio una entrevista a El Sol de Puebla, ahí les dijo que los famosos los chips que tanto habían dado de qué hablar en el periodo de Vergara Berdejo básicamente ni existían.
“Como tal el contrato no fue para adquirir unos chips, el contrato es para un sistema integral de seguridad que incorporaba otro tipo de acciones, se llamó como tal y se hizo famoso como el tema de los chips, pero como tal es un sistema de seguridad que se está revisando”, informó.
Y lo dijo sin inmutarse, a pesar de que había fotos de piezas de los museos en donde se podían ver los chips, la revista Lumbreras la publicó en su momento.
Bueno, hace unos días Anel Nochebuena dio una rueda de prensa y reconoció que los chips sí existían.
En su rueda de prensa explicó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le había ordenado a Museos de Puebla retirar los chips, pues los químicos del pegamento podrían dañar el acervo.
De acuerdo con una nota de Periódico Central, que recogió lo dicho por la titular de Museos de Puebla, el problema ya no es suyo.
“A pesar de los daños que por el momento ya están sufriendo por los chips, principalmente libros, la titular de Museos Puebla dijo que le tocará retirarlos a la siguiente administración. Compartió que queda poco tiempo para que termine su dirección y para retirar en su totalidad los dispositivos se requiere más de un año. Esto sin contar que hasta ahora no se conoce cuántos se colocaron y que deben quitarlos expertos en restauración para evitar daños.”
Lo que Anel Nochebuena no dijo en esa rueda, o al menos no hay en las notas que pude leer al respecto, es que el INAH le ordenó el retiro de los chips desde octubre del año pasado. Es decir, sí tuvo tiempo para retirarlos pero no lo hizo.
De acuerdo con el oficio 401-3-2954, fechado el 18 de octubre del 2023, la coordinadora de Asuntos Jurídicos del INAH le envió una recomendación “en torno a la colocación de dispositivos (chips) que fueron insertados para monitorear el movimiento de las piezas paleontológicas, arqueológicas, históricas y artísticas de los acervos que se encuentran en los museos a cargo del Gobierno del Estado de Puebla, y con ello identificar los riesgos y posibles daños que pueden causar los adhesivos comerciales que fueron utilizados para la colocación de los referidos dispositivos”.
La recomendación, como podrían imaginarse cualquiera, fue que “no es recomendable utilizar ningún tipo de adhesivo para la colocación de los dispositivos”.
En la carta además le ofrecieron que si ya se había causado daño a los acervos de los museos “estos pueden ser tratados a través de una intervención especializada de conservación y restauración por parte de un especialista de este instituto”.
Sí, Anel Nochebuena tuvo un año para buscar atender la terrible herencia que les dejó Vergara Berdejo, y según sus palabras no lo hizo, pues le dejó el tema a la siguiente administración.
Y me dice gente que trabajó en la Secretaría de Cultura que esos chips se los pegaron incluso a libros, posiblemente incunables, que están en la Biblioteca Palafoxiana.
Dice Anel en la nota de Periódico Central que ya hay procesos administrativos en curso para sancionar a quienes colocaron los chips, mi duda es: ¿habrá procesos administrativos para quién, sabiendo que estaban dañando el acervo, no se encargó de quitarlos de la mejor manera posible?
Y con esta entrega arrancamos una nueva temporada de El Lado Oscuro, su boletín de noticias que escarba en la opacidad y corrupción gubernamental.
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