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Puentes aéreos protegen a perezosos en zonas deforestadas de Costa Rica
En Puerto Viejo, en el Caribe sur de Costa Rica, la organización The Sloth Conservation Foundation, creada por la zoóloga británica Rebecca Cliffe, impulsa acciones para garantizar el futuro de una especie que está en riesgo ante la acelerada fragmentación de su hábitat
Por Mongabay Latam @
27 de enero, 2022
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Cada mañana Anna Baltodano y Michael Chizkov se asoman por su terraza para buscar a los perezosos. El pelo marrón de estos animales, considerados los más lentos del mundo, recuerda el color de las ramas y permite un camuflaje perfecto entre los árboles donde duermen, comen y se desplazan en medio de monos, iguanas y tucanes. En los últimos años, debido a la tala de árboles, el bosque que rodea la terraza de la pareja se reduce para dejar espacio a casas, cabinas para turistas y carreteras.

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“Los perezosos y los otros animales caen al suelo porque han botado mucha vegetación y no pueden desplazarse entre los árboles. La última vez, durante una tormenta, cayó una perezosa con su bebé. La rescatamos y la subimos de nuevo a los árboles para protegerla de los coches y de los perros que son muy agresivos”, explica Anna Baltodano, 49 años, que vive con su marido Michael Chizkov, de 70 años, en Playa Negra, a un kilómetro de Puerto Viejo, en el Caribe sur de Costa Rica.

“Vivimos en esta casa desde hace siete años y me habría gustado comprar el terreno colindante para evitar que cortaran más árboles. Cuando por fin tenía el dinero, ya lo habían comprado. Es una lástima: han partido el terreno en lotes pequeños y están quitando árboles”, lamenta Chizkov.

Aún así, la pareja decidió hacer algo para ayudar a los perezosos: sembraron más de doscientos árboles amigables para la fauna selvática, como el Guarumo (Cecropia obtusifolia) y el Jobo (Spondias mombin​), y pidieron ayuda a la ONG The Sloth Conservation Foundation, que trabaja para la conservación de esta especie. La organización fue fundada en 2016 por la zoóloga británica Rebecca Cliffe —experta en biología y ecología de los perezosos— que se mudó a Costa Rica desde hace más de una década.

Para buscar una solución a la fragmentación de hábitat, la organización ambiental ha impulsado la instalación de puentes de cuerda donde se ha fragmentado la cobertura arbórea. “Durante años he visto muchos perezosos dañados por atravesar la calle, atacados por perros. Los problemas surgen cuando tienen que bajarse al suelo. La manera para mantenerlos seguros es que se queden en los árboles”, explica Cliffe. “Son criaturas tan impredecibles. Al comienzo no sabía si funcionarían (los puentes) pero, gracias a las cámaras trampas, aprendimos que los usan y son útiles”.

Los puentes arbóreos son una solución temporal, acompañada por siembra de árboles, así que, cuando la vegetación haya crecido, recreando el hábitat, se podrán eliminar.

 

Costa Rica: puentes aéreos para que los perezosos puedan desplazarse donde no hay árboles

Perezosos atraviesan los puentes instalados por la ONG como parte de la iniciativa Connecting Gardens | Foto: The Sloth Conservation Foundation.

Transformación de un paisaje 

“Aquí han deforestado demasiado, todo esto era un súper bosque, prácticamente no había casas, el otro día que fuimos por esta ruta estaba asustada por el cambio”, explica Tamara Ávila, 31 años, directora de comunicación y finanzas de la organización. Con sus compañeros, Francisco Rodríguez y Dayber Barker, está yendo a instalar un puente delante de la casa de Anna Baltodano y Michael Chizkov, a menos de un kilómetro de su oficina.

“Vivo aquí desde hace siete años y he visto disminuir los árboles por todos lados: algunos caen durante las tormentas, mientras que otros los talan para construir y por miedo a posibles derrumbes de vegetación”, continúa Ávila. En el camino encuentran a dos cazadores de iguana con sus resorteras —se trata de una actividad ilegal en el país—;  cuando el coche se acerca, se inmovilizan: “No es la primera vez que los veo y amenazo con denunciarlos”, concluye Ávila.

Hoy, a pesar del chaparrón tropical que está a punto de desatarse, van a instalar el puente número 114 —desde el primero que pusieron hace tres años— para unir las áreas sin árboles delante de la casa de la pareja. Pueden necesitar varias horas para completar la instalación. Con una honda lanzan una cuerda al primer árbol, luego la amarran con un nudo a otra cuerda que constituirá el puente y escalan el segundo árbol para crear la conexión.

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*La degradación forestal, pérdida de pequeñas hectáreas de bosque, es uno de los factores que pone en peligro a la población de perezosos. Esta pequeña área de bosque ha sido talada recientemente al lado de la casa de la zoóloga Rebecca Cliffe /Foto: Monica Pelliccia.

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Autor Lado B
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