Lado B
Mujeres intervenidas: cortar, coser, unir, pintar y soltar
La actriz y artista textil Sandra Reyes forma parte de A Escena Teatro, una compañía convencida de que el arte sirve para la transformación social. Sandra propuso canalizar el dolor de las mujeres que buscan a sus desaparecidos con una terapia de duelo que consiste en crear una muñeca, de la imagen propia o de quien está ausente, y escribir o dibujar sobre ella todo lo que se quiera
Por Pie de Página @PdPagina
31 de agosto, 2021
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Marlén Castro

Sandra y Ángel se quedaron un rato mudos y mucho tiempo estremecidos. La puesta en escena de su obra El robo de las cuatro toneladas, adaptación de un cuento infantil de Jorge Ibargüengoitia (Paletón y el elefante), tuvo un final que nunca esperaron: el niño que participó como juez aceptó una bolsa de caramelos a cambio de la libertad de Paletón Cevallos, quien había pagado cinco millones por el robo del elefante que daba conciertos de piano por el mundo.

El público de la obra también calló y, por segundos, los asistentes bajaron la vista. El niño-juez estaba feliz con su bolsa de caramelos.

Eso ocurrió en Paracho, Michoacán. Aunque ya pasaron más de 15 años de esta presentación, Sandra Reyes y Ángel Ledesma, de la compañía A Escena Teatro, recuerdan vivamente este episodio y esos segundos congelados.  Su teatro infantil no es de color rosa. En la obra El robo de cuatro toneladas abordan el tema de la corrupción.

“Queremos escuchar qué opinan los niños y las niñas del país acerca de la corrupción”, cuenta ella.

«No le puse ningún elemento a mi muñeca porque no me quiero desprender de su ropa porque quiero que cuando regrese encuentre sus cosas tal cual las dejó.» Rosalba Rojas busca a Juan Jesús Martínez Rojas, quien desapareció el 18 de enero del 2020. / Foto: María Ruiz

Arte para transformar

Sandra y Ángel son titiriteros.

Hacen teatro con títere de mano. Hay muchas modalidades. Según la técnica de manipulación se pueden diferenciar cuatro grandes grupos de títeres.

Cuando el títere es manipulado desde abajo, se llaman títeres de guante de mano, bocones y con mano viva, títeres de dedos, títeres de sombras, de peana, o títeres planos, títeres de varillas y títeres de viento.

Cuando son manipulados desde arriba se llaman marionetas de cuerda o hilo, títeres de sombras, títeres Kathputli, títeres Pupi, títeres planos y títeres con varilla anclada a la cabeza.

De manipulación directa las modalidades son disfraces corpóreos, teatro negro, títeres jinete, títeres Bunrakuz, títeres de mesa, marotes, títeres de sombra y marionetas vietnamitas.

También existen los de manipulación para animación como son los muñecos articulados o flexibles para stop motion, figuras para segunda dimensión y/o tercera dimensión con esqueleto y títeres para control remoto.

Cuando empezaron su vida artística, en la década de los noventa, Sandra era actriz y Ángel, actor en el grupo de teatro Trasluz, compañía que formó a mucha gente que se caracterizaba por asumir una postura política y todo lo que presentaban ante el público planteaba temas que reflejaban a la sociedad.

Sandra hace teatro desde los 15. Ángel, desde los 19. Desde entonces asumieron que el arte sirve para la transformación social y el teatro es una forma de conseguirlo.

«Puse un pedacito de mi hijo en esta muñeca. Me costó trabajo porque yo no quiero esto, yo quiero a mi hijo» Brenda Ramos de la Rosa busca a su hijo Francisco Ramos. / Foto: María Ruíz

Intervenir muñecas, intervenir dolores

En 2020, Sandra y Ángel aceptaron poner su talento y pasión en el tema de los desaparecidos.

La compañía de teatro fue invitada por Técnicas Rudas a participar en el proyecto Nuevas narrativas de la desaparición. Sandra aceptó.

Ese primer taller se impartió en Puebla en octubre del 2020. La colectiva Madres en Búsqueda Coatzacoalcos representada por Lenit Enriquez y Raquel Hernández expusieron ahí su lucha, la que empezó desde 2015 cuando el gobierno de Javier Duarte, mediante la Operación Blindaje, desapareció a varios jóvenes de esa ciudad costera pegada al Golfo.

En la actualidad, el taller de las muñecas intervenidas continua con un propósito claro: que cada una de las mujeres participantes elaboren una muñeca que desde el principio sea una imagen propia y las ayude a soltar:

Soltar dolor. Soltar llanto. Soltar rabia.

 

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*Foto de portada: María Ruíz

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