Lado B
Love and Monsters (no sé qué), una nueva Zombieland para este fin del mundo
Love and Monsters, antes que comedia romántica o relato de supervivencia al puro estilo de Zombieland (2009), es un magnífico popurrí de “criaturas mutantes”
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
13 de mayo, 2021
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¿Qué pasa cuando mezclas una típica historia romántica de adolescentes con el chico “iluso y “perdedor”, enamorado con locura de la chica “linda e imposible” de su infancia, dentro de un escenario postapocalíptico como en las viejas películas de George A. Romero?

Algunos dirán que una de las mejores comedias románticas teen de los últimos tiempos, pero eso sería pecar de verdadero idiota. Damas, caballeros, cualquier otro género no binario que esté leyendo esto: lo que en realidad nos queda es una nueva, moderna, casi idéntica Zombieland (2009) de Ruben Fleischer lista para disfrutarse en el fin del mundo. ¡Ja! Para nuestro fin del mundo, quiero decir:

Con un ambiente fatalista donde la humanidad ha perdido y casi desaparecido; con un adolescente inseguro, pero con hambre de seguir su sueño como protagonista, parecido al personaje de Jessie Eisenberg, Columbus; una niña tan adorable y ruda como Little Rock (Abigail Breslin); un amor imposible como Wichita (Emma Stone); y un superviviente nato, aunque sin tanta obsesión con los twinkies como Tallahassee (Woody Harrelson). Quítale los zombis y añádele otro tipo de “antagónicos”. La fórmula es la misma. 

Cuando la película de Fleischer se estrenó allá por el 2009, se volvió una suerte de clásico entre las comedias norteamericanas tanto por el buen uso de elementos teen con horror a la vieja escuela y porque aún estaba de moda la fiebre de los zombis. Además de que, claro, aún resultaba divertido reírse de una pandemia que cobrara la vida de tantos. 

Pero a favor de estas historias, y como un fiel amante de las cintas catastrofistas, debo decirles una cosa: ya que el virus ha frenado no solo el cine sino también el buen gusto de la gente y este maldito aislamiento se extiende al país de Nunca Jamás, el entretenimiento con temáticas apocalípticas, y un tanto esperanzadoras, se ha vuelto el mejor recurso para enfrentar esta pandemia y la claustrofobia.

¡Enhorabuena por ello!

No obstante, la realidad superó a la ficción, o más bien, la ficción ha optado por volverse real, y ahora ya nada parece asustarnos. O no como antes. ¡Las películas de zombis ya están pasadas de moda! La mítica fórmula de George A. Romero, aunque vigente y recordada, parece que ya ha dado todo lo que podía darnos.

Ahora es necesario cambiar de aires. Ahora es necesario encontrar la manera de reinterpretar la fórmula. Volver a tomar las reglas de Romero y meterlas con calzador en otra película “divertida” sobre el fin del mundo. Emmm, perdón… en otra película “divertida” justo cuando el fin del mundo se cierne sobre nosotros. 

Fotograma de Love and Monsters (2020)

Fotograma de Love and Monsters (2020) / Foto: Paramount Pictures

Love and Monsters —del escritor, productor y director sudafricano Michael Matthews— es el ejemplo perfecto de esto. Un reciclaje casi perfecto de aquellos elementos que definieron el pequeño legado de culto de Zombieland (2009) para traernos ahora una odisea de ciencia ficción, horror familiar, comedia norteamericana y una avalancha romanticoide con dramas de adolescentes que seguro será del agrado de muchos espectadores promedio de Netflix.

¡Pero ya sé lo que van a decirme!: “¡Disfruta y deja disfrutar! ¡O al menos deja de quejarte tanto maldito crítico de pacotilla!” Pero es que tampoco soy un aguafiestas. 

Admito que nunca fui amante declarado ni de Zombieland (2009) ni de su comedia norteamericana a base de twinkies —yo en realidad siempre fui team Shaun fo the Dead (2004)— y pueden apostar ahora que Love and Monsters (no sé qué) no se ha vuelto tampoco santo de mi devoción. Ni cagando. No obstante, creo que… dentro de los géneros que maneja, con algunas propuestas más allá de lo evidente, e ignorando algunas conveniencias de guion, la verdad, lo hace bien. No es una maravilla, pero tiene elementos bastante interesantes. 

Basado en el cortometraje Apocalypse Now Now, que dirigió el propio Michael Matthews en 2017, Love and Monsters nos traslada a un infierno postapocalíptico luego de que un meteorito cayera a la Tierra y afectara toda la flora y la fauna a niveles pesadillescos. La humanidad —o lo poco que ha quedado de ella— ha huido a cientos de búnkeres alrededor del mundo y lo único que queda es aprender a “adaptarse” a las circunstancias.

Allí, en ese horrible escenario, conoceremos a un jovencito llamado Joel Dawson quien, luego de una serie eventos desafortunados, opta por salir de su búnker para emprender una peligrosa travesía hasta llegar a donde se encuentra la chica de su infancia —esa chica de sus sueños; esa chica de verano— al puro estilo de un cuento de hadas, “donde el caballero sale tras el rescate de su amada doncella”.

¡Y de aquí! Una película divertida, amena y que se esfuerza lo suficiente para que la pases bien. 

Destaco la creación de este nuevo “universo postapocalíptico”, ya que sus orígenes están basados en “el horror cósmico” de la literatura de Lovecraft. Más específicamente en el reconocido relato de Color Out of Space —que, por cierto, tuvo una última adaptación en 2019 junto a Nicolas Cage— sobre un extraño meteoro, bólido o lo que fuera, que cae del cielo a nuestra atmósfera afectando a todos nuestros seres vivientes. 

También puedes leer: Color Out of Space: ¡el horror cósmico, ya está aquí!

Love and Monsters, antes que comedia romántica o relato de supervivencia al puro estilo de Zombieland (2009), es un magnífico popurrí de “criaturas mutantes” con diseños asombrosos y efectos digitales bastante buenos. 

Imaginaos un caracol, un ciempiés o un sapo gigante afectado por estas extrañas esporas alienígenas. Sumado al ambiente surrealista y a cada escenario en la que estos protagónicos se enfrentan, la película pasa de ser una típica comedia más del montón a una peculiar aventura “de reconocimiento” dentro de este nuevo “universo” repleto de monstruos, ya creativa, inventiva y que llama mucho la atención.

Lo que me lleva a su segundo acierto. ¡Volver esta película independiente, una cinta que se esfuerce por hacerte creer que no lo es! Una trama de este estilo, en manos equivocadas, terminaría siendo una suerte de cinta minimalista con escasos personajes y pocos escenarios. 

Algo así como lo que nos ofreció #Alive (2020) de Il Cho dentro del cine de zombis que optó mejor por no mover sus dos personajes principales de un solo lugar, para generar esa “relación a distancia” —metafórica; alegórica; existencialista— y conseguir sensaciones más enfocadas a lo psicológico.

No me malinterpretéis. Este estilo funciona de puta madre si lo sabes de desarrollar. Pero para un universo tan interesante como el que platea Love and Monsters (2020) sería un crimen no mostrar nada. O si quiera, mostrar poco. 

Fotograma de Love and Monsters (2020)

Fotograma de Love and Monsters (2020) / Foto: Paramount Pictures

Luego de ver una pequeña introducción, de contextualizar al público y de conocer la historia de nuestro protagonista —que puede resultarnos conmovedora hasta intrascendente, tragicómica o hasta indiferente—, Michael Matthews se arriesga lo necesario para sacar del búnker a este pobre chico enamorado y vivir así su propio “recorrido del héroe”, en una película que aparenta ser “más grande” de lo que parece pero que funciona por su creatividad. 

Y esto, sin duda, gracias al magnífico guion que corre a cargo de nada menos que el mismísimo Brian Duffield, ya que en los últimos años ha sido el encargado de traernos ciertas películas de corte fantástico, ya sea como guionista o como director, que han destacado lo suficiente tanto en crítica como en taquilla. 

Ignorando por un momento que fue co-guionista de Insurgent —una adaptación de la saga literaria Divergent amada por unos, odiada por otros— Duffield fue el encargado de escribir el guion de aquella épica The Babysitter (2017) que produjo Netflix sobre un niño inocente que por azares del destino descubre que su amada niñera es parte de un siniestro culto satánico. Así como también, fue director de la fascinante Spontaneous (2020). Una historia romantic/gore sobre unos estudiantes que descubren que, por razones desconocidas, pueden explotar, literalmente, en cualquier momento. 

Brian Duffield, aunque menos alabado en la industria, es algo así como un Woody Allen del cine fantástico. Con historias alocadas pero divertidas. Románticas pero comestibles. Con espíritu o consciencia de sí mismas. Y lo más importante: con un toque personal que cada vez va siendo más reconocible para los grandes de la industria.

Con esta última película, su talento y su pluma se pule a un género diferente. Más cercano al horror cósmico de la literatura de antaño, con monstruos y seres de pesadilla, pero sin abandonar, por supuesto, ese halo de comedia disparatada capaz de entretener hasta al crítico más exigente pese a lo absurdo o hasta estúpido que parezca el argumento.

Además de la estupenda tanda de criaturas y diseños que funcionan por su rareza; una aventura más allá de la imaginación —ay, siempre quise decir eso—; la película de Michael Matthews, también cuenta con unas actuaciones por lo menos correctas dentro de su propia manufactura.

Por un lado, Dylan O’Brien que seguro recordarán de la saga de Maze Runner (2014) —ya bastante reconocido en las películas fantásticas juveniles— que hace un estupendo trabajo interpretando el papel de Joel Dawnson —este adolescente enamorado en busca de la chica de sus sueños—. Pero también, por el otro, a nada menos que el talentosísimo Michael Rooker —así es, el mismo Rooker detrás de aquel clásico de terror Henry: portrait of a serial killer (1986)— que si bien, no tiene un papel tan grande o importante en la cinta, me ha parecido francamente el mejor. 

Fotograma de Love and Monsters (2020)

Fotograma de Love and Monsters (2020) / Foto: Paramount Pictures

¡Por el amor de Dios, es Michael Rooker! Interpretando ahora a Clyde Dutton, ese padre de familia y superviviente nato en un mundo repleto de monstruos que puede llegar a ser la mejor opción si decides emprender un viaje en estos inhóspitos y hostiles parajes. El mejor compañero de supervivencia… ¡ahí madre!

Y henos aquí queridos padawans, hablando de una película romántica con monstruos. ¿Qué más puedes pedirle al Cinemaniaco? 

Aunque puede llegar tornarse predecible por su enorme parecido al Zombieland (2009) de Ruben Fleischer, con una fórmula ya mil veces vista y bajo los mismos códigos que rigen o han regido siempre las películas norteamericanas de corte teen, Love and Monsters tiene más aciertos alucinantes, que defectos agobiantes, y te permite admirar más los primeros que darte cuenta de los segundos. O al menos, en casi toda la película.

Si bien no figura como una de mis excelsas favoritas del año, o de la plataforma si quiera, resulta una buena opción para dominguear y olvidarte de la jodida pandemia. 

¡Oh sí! Porque eso es Love and Monsters (no sé qué). Nada menos que una nueva y divertida Zombieland, para este jodido y deprimente fin del mundo. ¡Meh!

Sinopsis:

“Un joven adolescente aprende a sobrevivir en un mundo postapocalíptico repleto de monstruos con la ayuda de un experto cazador.”

 

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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