Una treintena de niños entre seis y once años de edad, tomaron las armas y se integraron a la policía rural de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF), en el municipio de José Joaquín de Herrera, en la Montaña Baja de Guerrero.
Durante una asamblea comunitaria que se realizó este sábado, se aprobó la integración de los infantes a las filas del CRAC-PF, que exige justicia y seguridad a 15 meses del asesinato de 10 músicos de su comunidad.
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Un infante que portaba una escopeta fue el encargado de dar un discurso: “A los medios, a las autoridades gubernamentales; al pueblo de México, al mundo entero. Ya llevamos 15 meses que nos presentamos en la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa de Álvarez. Estamos aquí para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador, que nos acusó de ser delincuentes, y le volvemos recordar que no; somos niños comunitarios y apoyamos en el resguardo de nuestra comunidad nahua.
“Una vez más exigimos que apoye a nueve viudas, a 14 personas huérfanas y a 34 personas indígenas desplazadas de la comunidad de Acotapaxtlán, por culpa del grupo delictivo Los Ardillos. Ya basta de tanta delincuencia y discriminación a las y los indígenas de México”.
El grupo de defensa comunitaria también está integrado por más de 200 ciudadanos indígenas quienes, de acuerdo con información del medio Quadratín, denunciaron que “siguen abandonados por el Estado ante los ataques que han recibido por parte del grupo delictivo Los Ardillos, que opera en la parte sur de Chilapa y José Joaquín de Herrera”.
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*Foto de portada: José Luis de la Cruz | Amapola Periodismo