Cuando aún podíamos salir de nuestras casas, era habitual asistir fiestas donde el perreo fuera el platillo principal. Dedicábamos nuestros fines de semana a bailar sin control, a sudar entre luces neon y a mover las caderas como si nuestra vida dependiera de qué tantas ganas le poníamos al twerk.
Ahora en el encierro, bailar sacudiendo el cuerpo al ritmo de las dueñas del neoperreo se ha vuelto un ejercicio y una forma de mantenernos más o menos cuerdas. Disfruten esta selección de lo más hot del reggaeton contemporáneo.