Lado B
Así es como se recomienda el manejo mortuorio de personas fallecidas por COVID-19
Los lineamientos en México incluyen recomendaciones de limpieza, uso de equipo especial y evitar rituales que no permitan la sana distancia
Por Cristian Escobar Añorve @crazo70
10 de mayo, 2020
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A pesar de que aún desconocemos algunos aspectos del SARS CoV-2 -virus que causa la enfermedad de COVID-19-, algo que es evidente es su alto grado de contagiosidad, incluso cuando hablamos de fallecidos. 

En este contexto, existen sectores de la población (personal médico, personal que labora en funerarias y familiares de los fallecidos) que, por estar en estrecho contacto con los cuerpos de personas fallecidas por COVID-19 -207 registradas en el estado de Puebla hasta el 08 de mayo- corren mayor riesgo de contraer la enfermedad si no se tienen las medidas de seguridad necesarias en el tratamiento y manipulación de los cuerpos.

Por ello, la Secretaría de Salud emitió desde el 21 de abril, los lineamientos de manejo general y masivo de cadáveres por COVID-19 (SARS CoV-2) en México, a fin de prevenir mayores contagios, sobre todo de la población más vulnerable. 

Personal médico y unidades hospitalarias

Foto: CDC | Pexels

De manera general, los lineamientos establecen que el personal médico debe seguir una serie de pasos desde el momento de la muerte hasta la disposición final del cadáver. Estos pasos deberán estar apegados a las normas de bioseguridad y biocustodia para el manejo de pacientes con COVID-19, las cuales incluyen el uso de equipo de protección personal y el lavado de manos con agua y jabón después de la manipulación de los cuerpos. 

A su vez, cada momento en la manipulación de cadáveres infectados con SARSCoV-2 en unidades de atención hospitalarias, requieren lineamientos específicos.

En el traslado mortuorio -el primer momento del proceso- el cadáver deberá ser transferido lo antes posible a la morgue de la unidad utilizando las precauciones de contacto para retirar todos los dispositivos que tenga el paciente con el fin de disminuir riesgos de contaminación por derrame de secreciones.

El cadáver se debe introducir en una bolsa de traslado biodegradable. Esto debe realizarse en la habitación del paciente. Posteriormente se recomienda la desinfección externa de la bolsa y la camilla de traslado.

En la morgue (éstas deberán estar bien iluminadas y con climatización y sólo se permitirá el acceso a esta área a personal autorizado) todas las superficies de contacto con los cuerpos deberán ser descontaminadas una vez que se hayan retirado los cuerpos.

En tanto a la posibilidad de realizar estudios post-mortem, la Secretaría de Salud señala que éstos se pueden llevar a cabo sólo si se garantiza su realización en un ambiente seguro (una habitación adecuadamente ventilada), cumpliendo con las recomendaciones de bioseguridad y uso adecuado del equipo de protección personal (que el personal médico se deberá colocar antes de entrar a la sala de autopsias y retirar en el área designada)

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Al respecto, el doctor Andreu Comas García, Médico Cirujano y Doctor en Ciencias, refirió a LADO B que el número de autopsias de por sí ha disminuído, no sólo en México, sino a nivel mundial debido a que es un proceso tardado y costoso. En este sentido, explica el médico, en el caso de un fallecimiento sospechoso por COVID es más utilizada la biopsia (en la cual únicamente se extrae un fragmento de tejido, en lugar de abrir el cuerpo). No obstante, menciona Comas García, si no existe una certeza de la causa del fallecimiento, los familiares o el personal médico pueden solicitar la autopsia al hospital.

De igual forma, mencionó el también miembro  de  la  Red  Mexicana  de  Virología, que en las juntas de los Comités Estatales de Seguridad en Salud de la mayoría de los estados del país, se evalúan constantemente las quejas y condiciones de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgo Sanitario, para poder seguir brindando una mejor atención tanto a pacientes como a personal médico.

El manejo en las funerarias

Foto: CDC | Pexels

En el caso del personal de las funerarias, además de seguir las recomendaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia, los lineamientos de la Secretaría de Salud resaltan la suspensión de acciones de limpieza, intervenciones de tanatopraxia (restauración y reconstrucción) o tanatoestética (“embellecimiento”) sobre los cadáveres, si no se puede garantizar el uso adecuado de equipo personal de protección.

En entrevista con LADO B, Rey Rodríguez Ramírez, gerente de Funeraria Puebla, ubicada en el municipio de Atlixco, dijo que a pesar de que autoridades estatales para la protección de riesgo sanitario no han acudido a verificar si en efecto se están cumpliendo dichos lineamientos en las funerarias, en su empresa han llevado un registrado en video para ejemplificar cómo siguen la normatividad, desde que recogen un cuerpo del hospital, hasta que se exuma.

En este sentido, Rodríguez Ramírez dijo que a partir de la contingencia sanitaria, las autoridades de los hospitales están actuando muy rápidamente a la hora de realizar los trámites necesarios para el traslado del cuerpo. “Si antes se tardaban cuatro horas para un certificado de defunción, ahora se tardan una”.

El manejo por parte de familiares

En tanto a los familiares  de los fallecidos COVID-19, según los lineamientos, pueden ver el cuerpo en el hospital antes de su entrega. Del mismo modo, pueden recibir el pésame de otros familiares en su hogar siempre que nadie experimente síntomas. Sin embargo, se restringe realizar concentraciones de personas en áreas pequeñas.

Como complemento a estas medidas, la Secretaría de Salud recomienda una adecuada ventilación en el área de recepción y que se tomen en cuenta los lineamientos de la jornada de sana distancia. 

Por otra parte, se aconseja evitar los rituales fúnebres que conlleven reuniones de personas en contacto con el cuerpo. En caso de realizarse, se recomienda que la duración sea menor a 4 horas, con el féretro cerrado y con menos de 20 personas presentes, siempre y cuando el espacio pueda asegurar una sana distancia. 

En el caso de que los familiares no reclamen el cuerpo, se deberá dar aviso a trabajo social para localizarlos. En caso de no encontrarlos dentro de las 12 horas posterior a la muerte, se le notificará a la Fiscalía General de Justicia del Estado, SEMEFO o autoridad correspondiente. 

Finalmente, según los lineamientos, el Centro Temporal para Manejo Masivo de Cadáveres por COVID-18, deberá procurar el apoyo en servicios sociales, y en su caso, vincular a la familia con personal para apoyo psicosocial.

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Autor Lado B
Cristian Escobar Añorve
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