¿Qué está pasando en el Colegio de Historia BUAP?

Samantha Páez

@samantras

La tarde del 3 de mayo estudiantes del Colegio Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) tomaron las instalaciones de la facultad y de Procesos Educativos. A una semana, aún existen dudas sobre cuál es el problema, qué lo causó, cuánto más durará y cuáles son las posibles soluciones. Aquí planteamos algunas respuestas:

1. ¿Por qué tomaron el colegio?

Las y los estudiantes estaban inconformes desde hace tiempo con varias situaciones: en primer lugar con el trato que reciben por parte de la Coordinación del Colegio, a cuyos integrantes acusan de actuar de forma autoritaria y sin respetar los estatutos.

En segundo lugar con la decisión de la coordinación de no recontratar a la docente Anel Hernández Sotelo, quien colaboró en la organización de un evento en conmemoración de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

En tercer lugar, consideran que las evaluaciones de la planta docente no son equitativas y transparentes, pues aseguran que existen profesores en el Colegio de Historia que no cumplen con los horarios de clase o con los estándares de calidad pero siguen en el cuerpo académico.

2. ¿Es ilegal que los alumnos y alumnas ocupen los edificios?

No, no es ilegal. En el artículo 187 fracción IV y VII de los Estatutos de la BUAP se menciona que como parte de los derechos de los estudiantes están:

“Gozar de libertad de reunión, asociación y expresión en los términos previstos en la legislación universitaria” e “inconformarse ante las instancias correspondientes, cuando el nivel y la calidad académica de los profesores que dicten los cursos no corresponda a la excelencia académica”.

Asimismo el artículo 10 señala que la comunidad universitaria gozará de: “libertad de información, discusión y crítica”.

3. ¿Qué piden los alumnos y alumnas?

El lunes pasado la asamblea de estudiantes de Historia hizo una rueda de prensa, en la cual dio a conocer su pliego petitorio, que consta de 11 puntos.

En resumen piden que se permita a Anel Hernández ser evaluada y que se le dé copia del acta donde se determina su no recontratación. De igual forma que se evalúe a toda la planta docente y que el alumnado participe para determinar los criterios de idoneidad de los profesores y profesoras.

Que se sancione al personal de la institución, sobre todo la actual y anterior coordinadoras, a quienes acusan de hostigamiento, amenazas y violencia en contra de estudiantes y docentes. Así como a quienes hayan decidido cortarles los servicios de agua y luz durante la ocupación de los inmuebles.

Garantizar que no existan represalias contra quienes decidieron participar en la toma del Colegio de Historia y que se repongan las clases en un tiempo considerable.

Aunque no está en el documento, en la rueda de prensa pidieron el cese a las campañas de desprestigio en redes sociales, tanto en contra de la asamblea estudiantil como de Anel Hernández.

4. ¿Se puede cumplir con el pliego petitorio?

En cuanto a la evaluación de Anel Hernández y el resto del cuerpo académico, el Reglamento de Ingreso, Permanencia y Promoción del Personal Académico (RIPPPA) marca que es la Comisión de Dictaminación Académica (Codima) el órgano encargado de evaluar a los y las docentes.

Esto no sólo tomando en cuenta los resultados de los exámenes abiertos, sino también la  evaluación curricular y el desempeño académico.

Una vez que se concluye la evaluación, los resultados se tienen que mandar a las Vicerrectorías de Docencia o de Investigación y Estudios de Posgrado, para que a su vez verifiquen si la evaluación se realizó conforme a lo establecido. Después de ello se tendría que definir la recontratación, promoción o permanencia del profesorado.

En cuanto a la destitución de la actual coordinadora es facultad del director del Colegio hacerlo, pero para ello tendría que tener el visto bueno de Rectoría.

Sobre las sanciones, los estatutos marcan que son causas de responsabilidad “la violación a lo establecido en la Ley de la BUAP, al presente Estatuto y a las normas y disposiciones reglamentarias de la Universidad”. También dicen que el alumnado tiene el derecho de “gozar del respeto que merecen como universitarios por parte de autoridades, profesores y personal administrativo de la Institución”.

Si bien el Colegio está acusado de incumplir con el RIPPPA y no respetar a los estudiantes, la asamblea tendría que acudir a la Defensoría de los Derechos Universitarios para que investigue ambos casos.

Sobre las campañas de desprestigio que mencionó la asamblea de estudiantes, es complicado determinar el origen de las mismas y, por lo tanto, es poco probable que la universidad pueda aplicar sanciones al respecto.

5. ¿Cuál es la respuesta de las autoridades?

El 4 de mayo la BUAP emitió un comunicado donde asegura que el contrato con Anel Hernández termina el 31 de mayo y que para el periodo de verano no se tienen contemplados sus servicios, aunque no descarta que se considere su perfil en el futuro.

Agrega que a pesar de que la Unidad Académica intentó establecer un diálogo, los y las estudiantes decidieron ocupar el Colegio de Historia.

Por ese motivo la BUAP hizo un llamado a privilegiar el respeto entre universitarios y a que continúen las actividades académicas.

Por su parte la Facultad de Filosofía y Letras informó que representantes del Consejo de Unidad Académica (CUA) formarían una comisión para negociar con la asamblea. Sin embargo el lunes 7 de mayo los estudiantes desconocieron a dicha comisión y pidieron que se presenten a dialogar las autoridades que puedan tomar decisiones.