Lado B
¿Por qué el gobierno del estado tomó el control en Texmelucan?
El aumento en el hallazgo de tomas clandestinas de robo de combustible llegó de la mano del aumento de la violencia y los delitos; hay más de 130 policías municipales en prisión preventiva
Por Mely Arellano @melyarel
06 de mayo, 2018
Comparte

Zócalo de San Martín Texmelucan.
Foto: Marlene Martínez

Mely Arellano | Aranzazú Ayala

@melyarel | @aranhera

El miércoles 2 de mayo el gobierno del estado de Puebla, encabezado por Antonio Gali Fayad, tomó el control de la seguridad en San Martín Texmelucan, municipio ubicado a sólo 40 kilómetros de la capital.

No se trata de una situación inédita, lo mismo hizo el ex gobernador Rafael Moreno Valle cuando el Ayuntamiento de Ajalpan se vio rebasado para impedir el linchamiento a muerte de dos encuestadores en octubre del 2015. 

No obstante, se trata de la primera vez que se investiga a todos los elementos de una corporación municipal por poner en riesgo la gobernabilidad, debido a razones vinculadas con el robo de combustible y el crimen organizado.

El repunte de la violencia se veía venir desde el 2016, cuando el huachicol saltó a las páginas de los diarios nacionales y se configuró el llamado triángulo rojo, pero hasta finales de ese año en San Martín Texmelucan pesaba más el recuerdo de la explosión del 19 de diciembre de 2010, que causó 29 muertes, que la popularidad de las ganancias fáciles del robo de combustible.

O eso pensaban sus habitantes con documentó LADO B en 2016, pues aunque se trata de una actividad ilícita que ha existido en ese municipio desde incluso antes de que se le definiera como huachicol, en el imaginario colectivo eran, si acaso, unos cuantos.

Pero en 2017, cuando el gobierno estatal puso en marcha el Operativo Puebla Segura, en el que participan fuerzas de los tres niveles además del Ejército, para combatir el robo de combustible,  el delito y la violencia aumentaron.

Según datos de Pemex, en 2015 en Texmelucan se detectaron 22 tomas clandestinas, en 2016 fueron 75, mientras que tan sólo de enero a octubre de 2017 fue el municipio donde más tomas encontraron: 255.     

Sin embargo los primeros tres meses del 2018 han sido, por mucho, los más violentos, como revelan testimonios de habitantes de Texmelucan recabados por LADO B y las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). La causa: la disputa por la plaza entre Óscar García Téllez, alias “El loco”, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, que opera en el estado desde finales del 2017, como lo reconoció el propio Antonio Gali.

El homicidio doloso en Texmelucan ha ido en aumento desde 2015: ese año se registraron 8 y para 2016 fueron diez. Al año siguiente prácticamente se duplicaron llegando a 19, y de enero a marzo del presente año hubo 14, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP); esto es, en apenas una cuarta parte del año se ha cometido 73% de todos los asesinatos que ocurrieron durante el año pasado.

Los robos con violencia también han repuntado, los de motocicleta pasaron de 46 en 2016 a 56 para el año siguiente. Y de enero a marzo de 2018 ya ha habido 41 casos, lo que equivale al 73% de los delitos del 2017. En cuanto al robo de automóviles en tres meses ha ocurrido el 55% de los delitos del año pasado: 67 robos en comparación con los 121 del año pasado.

Del 3 de marzo a la fecha han sido abandonados 8 cuerpos, algunos desmembrados, dentro de bolsas de plástico en varios puntos, incluyendo la entrada al municipio y una esquina del zócalo.

Memorial de las personas fallecidas en la explosión del 2010 en San Martín Texmelucan.
Foto: Marlene Martínez

Vivir con miedo

La Purísima es la colonia donde opera “El Loco” Téllez y donde, al menos en lo que va del año, las autoridades han incautado 201 mil, de los 245 mil 450 litros de combustible de procedencia ilícita asegurados en San Martín Texmelucan, según reportes oficiales.

“El robo de hidrocarburo ha sido mucho el trabajo de la zona. Lo del huachicol tiene que ver mucho con la pobreza, la colonia esa (La Purísima) comenzó a ser habitada por mucha gente que trabajaba en recoger basura con las carretas y con caballos, pero poco a poco se metieron a vender el huachicol. Se sabía que trabajaban y que ordeñaban ductos y eso desde hace varios años”, relató a LADO B una persona que habita en la zona.

La percepción de quienes viven en Texmelucan es que la violencia estalló descaradamente en febrero, cuando elementos del Ejército fueron apedreados por alrededor de 70 personas mientras trasladaban una camioneta con reporte de robo y cargada de combustible robado. Antes parecía haber un tipo de colusión, ese ataque rompió el pacto. 

A partir de entonces la gente se autoimpuso un toque de queda a las 10 de la noche. “Pareciera que estamos en Sinaloa, Guerrero o Tamaulipas, la gente tiene mucho miedo, no sale -dijo otra persona que habita en Texmelucan-, de noche la mayoría del transporte público ya no pasa por miedo a los asaltos, y hasta los taxistas han dejado de circular”.

La Purísima es uno de los puntos donde hay más robo de combustible, reconoció en los primeros días de febrero el comandante de la 25 Zona Militar, Raúl Gámez Segovia.

“Seguimos teniendo aseguramientos fuertes de combustible, hemos encontrado áreas donde almacenan combustible y se procede al aseguramiento con la Policía Estatal. Diariamente participamos en recorridos en áreas críticas o donde tenemos información. Hay que reconocer que La Purísima se ha destacado”.

De acuerdo con otro testimonio, en tan sólo unas semana comenzó a ser común ver por las calles “a los halcones, hay hombres y mujeres en la esquinas con teléfonos, en motos, vigilando la zona, hay carros con vidrios polarizados estacionados con hombres hablando por teléfono; me preocupa que ya hay muchas armas en la calle”.

A pesar de los operativos, otra persona aseguró a LADO B que son historias de todos los días los “enfrentamientos con armas de fuego entre huachicoleros, fugas de combustible e incendios, y que la Policía nunca llega a los llamados, es más, ya ni entra a los pueblos. Los negocios están amenazados y también cierran a las 10 de la noche”.

Una de esas historias ocurrió apenas una semana antes de que el gobierno del estado decidiera tomar el mando de la seguridad, cuando un comando de entre 4 y 7 camionetas, cada una con 7 u 8 sujetos a bordo entró a un fraccionamiento buscando a “El Loco” Téllez, portaban armas largas y encañonaron al vigilante. No lo encontraron, por lo que la situación no pasó a mayores.

Policía cómplice

El mismo miércoles 2 de mayo en que Antonio Gali anunció que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) tomaba el mando de la fuerza pública municipal, y nombró como delegado a Óscar López, director general de la Policía Estatal Preventiva (PEP), la Fiscalía General del Estado (FGE) con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), ejecutó un operativo en la comandancia de Texmelucan para revisar el armamento y y la actualización de la Clave Única de Identidad Policial (CUIP), según se informó mediante comunicado.

En el operativo se llevaron a 185 policías municipales al Centro Único de Evaluación y Control de Confianza, incluyendo los mandos.

Al respecto, el presidente municipal de Texmelucan, Rafael Núñez Ramírez, declaró en rueda de prensa que confiaba en sus policías, “pero no meto las manos por todos, ni por ninguno. De mi comisario y mi director de policía no tengo ninguna razón para desconfiar de ellos”.

136 policías fueron trasladados al penal en Tepexi de Rodríguez el pasado viernes, 133 fueron puestos a disposición por el delito de usurpación de funciones, de los cuales 20 fueron vinculados a proceso, 115 solicitaron ampliación de término y sólo uno no está vinculado.

Se determinó prisión preventiva contra 127 personas, entre ellas el Comisario de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad; el Director de Seguridad Pública y el presunto chofer de los mandos policiacos, que están siendo acusados por abuso de autoridad y cohecho. Para otras ocho personas se establecieron diversas medidas cautelares.

(Con información de Ámbar Barrera, Ernesto Aroche y Pedro Alonso)

Comparte
Autor Lado B
Mely Arellano
Suscripcion