El estado de Puebla pasó de ser territorio controlado por un grupo delictivo a estar en disputa, con las consecuencias violentas que ello supone, dijo Manuel Pérez Aguirre, investigador del Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México (Colmex) en entrevista para LADO B.
Las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) lo confirman: al menos desde 2014 ha habido un incremento constante de delitos relacionados con la presencia de delincuencia organizada, como homicidio y robo con violencia.
La opinión de Pérez Aguirre se desprende de una revisión de los datos delictivos oficiales y un análisis del comportamiento de los cárteles, con base en la información que se ha dado a conocer al respecto en Estados Unidos.
“Hay, digamos, organizaciones en pugna. Una serían los Zetas, que según las declaraciones de Alfonso Cuéllar, uno de los antiguos grandes traficantes de los Zetas, vinculado directamente al caso de (la masacre de) Allende (Coahuila), durante un juicio en San Antonio, Texas, hace dos años”, Puebla está entre el puñado de estados donde tenían “control absoluto”.
De acuerdo con el investigador, ahora el estado se lo disputan también Los Rojos, brazo armado de los Beltrán Leyva, Guerreros Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por lo que “el escenario pasa de uno de control a uno de disputa, con todas las consecuencias que eso puede tener”.
De acuerdo con el análisis del investigador del Colmex, ahora la disputa por el territorio ya no sólo se limita al control de las actividades ilícitas, como el robo de combustible o huachicol y otras actividades como el paso de migrantes, sino de incursionar en “negocios legales”.
El tamaño de su capital, una numerosa clase social económicamente alta, el paso de migrantes, el robo de combustible y su cercanía con la Ciudad de México hacen a Puebla un territorio muy atractivo.
[pull_quote_right](…) básicamente llegan y descabezan y ese vacío de poder tiende a llenarse, pero no se llena cuando no hay un sucesor directo por sí mismo, entonces se empiezan a generar pequeñas de organizaciones. Si no mal recuerdo a principios de siglo había siete organizaciones y actualmente hay decenas de ellas[/pull_quote_right]
Se acabó la zona de paz
La presencia de Los Rojos y del Cártel Jalisco Nueva Generación fue reconocida en diciembre pasado por el gobernador Antonio Gali durante la inauguración del foro “Sumemos causas por la seguridad”, mientras que desde 2015 el gobierno federal había advertido sobre la presencia de los Beltrán Leyva en el estado y en 2014 el Ejército y la Policía Federal detuvieron a un líder de Guerreros Unidos.
Sin embargo Puebla “era como zona de paz, una organización dominaba el escenario, o eso aparentaba. La otra organización cercana eran los Beltrán Leyva, y hay evidencia fuerte de que a principios de 2010 estaban aliados con los Zetas, según documentos de la DEA que han sido desclasificados. Considerando que los Leyva controlaban entidades cercanas y los Zetas históricamente controlaban Veracruz, del Golfo para abajo, había cierta paz”, explicó Pérez Aguirre.
El cambio que desató la violencia tiene que ver con la estrategia de seguridad del gobierno federal, de “llegar, golpear y destruir”, consideró el investigador pues “básicamente llegan y descabezan y ese vacío de poder tiende a llenarse, pero no se llena cuando no hay un sucesor directo por sí mismo, entonces se empiezan a generar pequeñas de organizaciones. Si no mal recuerdo a principios de siglo había siete organizaciones y actualmente hay decenas de ellas”.
“En el caso de Puebla -dijo Pérez Aguirre- todas derivan de cierta forma de otra y son rupturas, por ejemplo los Beltrán Leyva son el brazo armado del cártel de Sinaloa, la respuesta que tuvo el cártel de Sinaloa a los Zetas que en ese momento eran brazo armado del cártel del Golfo. Los Zetas actualmente están en el cártel del noreste y los Zetas vieja escuela, y a la vez los Beltrán Leyva, están Guerreros Unidos, están Los Rojos, está el Cártel Jalisco Nueva Generación. Pasamos de un escenario de control a diversas organizaciones, sin considerar incluso las locales”.
La violencia, advirtió el investigador, no sólo es por el enfrentamiento de los nuevos grupos, sino por el proceso de “colonización” de las bandas criminales locales.
[pull_quote_right]Ahorita las organizaciones se comportan como si estuvieran en guerra, dado que no hay control, se esperaría que hubiera más incidencia (delictiva) hasta que alguien domine. El problema será que si la estrategia (del gobierno) sigue (siendo) la misma de descabezamiento, lo único que va generar son más conflictos[/pull_quote_right]
Más violencia
El pronóstico que planteó Pérez Aguirre para este año es que el número de delitos siga aumentando y extendiéndose, pues si bien “tradicionalmente se concentraba en ciertas partes de la Sierra Norte y partes de la Mixteca”, ahora “está cubriendo todo el territorio”, más allá “del famoso triángulo rojo” e incluso la violencia extrema ya se manifiesta “en zonas cercanas a Cholula y la misma ciudad de Puebla”.
“Ahorita las organizaciones se comportan como si estuvieran en guerra, dado que no hay control, se esperaría que hubiera más incidencia (delictiva) hasta que alguien domine. El problema será que si la estrategia (del gobierno) sigue (siendo) la misma de descabezamiento, lo único que va generar son más conflictos”.
Según el análisis de Pérez Aguirre los delitos que seguirán aumentando son el homicidio y el de desapariciones, “que ha tenido un incremento sostenido desde 2007”, aunque hay cierta incertidumbre por las elecciones, ya que el cambio de gobierno podría modificar el panorama e “incidir en la violencia por ciertos pactos locales que probablemente haya. Y sobre todo también porque Puebla tiene muchos municipios y hay pactos con cada uno, y eso puede cambiar muchísimo la dinámica en lugares muy pequeñitos”.
Dependiendo del resultado electoral pueden pasar muchas cosas: “una, que el mismo grupo criminal logre que el sucesor, aunque sea de otro partido, también este cooptado”.
Y lo mismo dependiendo de lo que suceda en los estados vecinos, pues podría haber “problemas de dispersión”.
[pull_quote_right](…) mientras no haya una reforma profunda a las policías van a seguir actuando (igual). Con este incremento a la violencia lo que pasa es lo mismo: no pueden actuar, son incapaces de actuar, y cuando pueden o creen que actúan, lo hacen violentamente. Si sigue el incremento a la violencia en Puebla van a ser más impotentes pero más brutales[/pull_quote_right]
Sin estrategia
Para enfrentar a los grupos criminales el investigador del Colmex consideró necesario crear una estrategia de seguridad que fortalezca las policías municipales y que sea integral, “que abarque los tres niveles de gobierno, no tipo mando único, sino en esta idea que todos colaboren para que la sociedad no esté tan desprotegida. Es un poco complejo porque en realidad faltaría tener un diagnóstico claro, porque lo que se tiene son pequeños mensajes de ‘por aquí hay este grupo, por aquí otro’, pero no se tiene un panorama certero de lo que está pasando”.
Sin embargo dijo que mientras haya corrupción ninguna estrategia tendrá éxito y lo único que se fortalece es la impunidad.
“Muchos analistas -refirió Pérez Aguirre-, como Mauricio Rivera del CIDE, dice que más allá de un estilo de gobernar, las violaciones a Derechos Humanos tienen que ver con las condiciones de los agentes, que ellos naturalmente solo saben actuar de esa forma. Entonces mientras no haya una reforma profunda a las policías van a seguir actuando (igual). Con este incremento a la violencia lo que pasa es lo mismo: no pueden actuar, son incapaces de actuar, y cuando pueden o creen que actúan, lo hacen violentamente. Si sigue el incremento a la violencia en Puebla van a ser más impotentes pero más brutales”.
Además advirtió que existe el riesgo de que sean coptadas, debido a que la policía municipal está mal armada y mal pagada, “si te pagan una miseria no tiene mucho caso que no cooperes con ellos”.
En términos generales vaticinó que la violencia no disminuirá “porque casi todas las condiciones están dadas tanto para que los criminales sigan peleando entre sí. Y si llega el Ejército a la calle, más, pues lo que va a pasar es que en ciertas zonas va a menguar (la violencia) pero no necesariamente eso implica pérdida de control de las organizaciones”.
Asimismo pronosticó que aumentarán las violaciones a derechos humanos, como “asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzadas, lesiones y tortura”, que “han ido a la alza desde 2007, casi exponencialmente. Si no mal recuerdo creo que con Rafael Moreno Valle se incrementaron como cuatro veces las violaciones a la integridad física”.
EL PEPO