Foto: Luis Colchado
Colima, en el borde olvidado del occidente mexicano, se ha ganado en dos años consecutivos el nombramiento del estado más peligroso de la república para defensores medioambientales; el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, en su informe 2016, lo coloca en el cuarto lugar.
Ahí, Bios Iguana obstaculizó proyectos federales y particulares que han acabado y siguen poniendo en riesgo cuerpos de agua y diferentes especies supuestamente protegidas por la Federación, para lo cual puso el cuerpo y decenas de acciones legales que arriesgaron la vida de quienes integraban esa organización, hoy disuelta a fuerza de reiteradas amenazas de muerte.
Esta es su historia.
EL PEPO