Lado B
Elementos: divulgación científica en más de 100 números
Es una de las dos revistas que se han mantenido por años en la BUAP, y que además de ciencia, incluso sociales, aborda temas de arte y cultura
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
13 de julio, 2016
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Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Los años 80 fue una época importante para la BUAP, pues se le dio un importante impulso a la ciencia en la universidad con el establecimiento del Instituto de Ciencias y el Instituto de Física. Y en 1985 nació también la Revista Elementos, una iniciativa para conectar a la comunidad científica con los estudiantes universitarios.

En sus primeros números, Elementos fue una revista exclusivamente de ciencias naturales y exactas, donde se abordaban mayormente temas de física. En ese tiempo la revista era irregular, incluso tuvo un periodo (desde finales del 87 hasta mediados del 90) en el que se publicó solamente un número.

En 1992 el equipo de trabajo cambió y desde entonces quedó a cargo el Dr. Enrique Soto Eguíbar, quien hasta la fecha es el director de la publicación que sale a la luz puntualmente cada tres meses, ofreciendo a sus lectores 4 números por año.

Poco después la revista diversificó sus contenidos para convertirse en una publicación de ciencia y cultura, abriendo la puerta a las aportaciones de ciencias sociales, arte y cultura.

¿Qué puede encontrarse en Elementos?

En su número 103, que corresponde al periodo de julio a septiembre de este año, Elementos tiene textos académicos sobre semiótica, aves migratorias, estadística, una perspectiva de género desde la ingeniería mecánica, una entrevista sobre el consumo de drogas en Puebla, entre otros. Además, incluye en sus páginas el trabajo fotográfico de Nin Solis.

De los más de mil artículos que en Elementos se han publicado, sus estadísticas muestran que al menos 639 son de temas científicos, entre los que destacan los de áreas de Medicina y Biología.

–También tenemos números monográficos que estamos tratando de promover, que son de interés inmediato –dice el Dr. Soto en entrevista con Lado B–, o artículos que ocasionalmente pedimos, como cuando estuvo la epidemia del AH1N1 buscamos a alguien que trabaje cosas de virus y que no repita lo que ya se sabe, lo de todos los periódicos. Nosotros por ejemplo publicamos uno que trataba el asunto de por qué algunas personas se mueren. Ya sabemos cómo nos infectamos, pero ¿por qué unos mueren y otros no de una enfermedad viral?

[pull_quote_right]Yo creo que el ideal es llegar a los profesores normalistas. Es como más podemos contribuir al desarrollo de la ciencia en el país.[/pull_quote_right]

Ese artículo sobre las muertes por AH1N1 se publicó en el número 75 de Elementos. Y ahora están interesados en sacar un número o un artículo que hable del virus del zika.

Otro de los grandes cambios por los que pasó Elementos, fue su traslado a una plataforma digital. Desde mediados de la década de los 90 se creó una página web para la revista y actualmente pueden encontrarse los 103 números de la publicación para su consulta y descarga gratuita.

A diferencia del impreso, en la página web de Elementos también se genera contenido como efemérides científicas, reseñas de personajes y recuentos de los textos de autores que han colaborado en la revista, con el objetivo de reavivar sus contenidos. Y también comparten o recopilan notas de otras fuentes sobre los mismos temas de interés científico.

Además, el Dr. Soto explica que también una de las características que muchas veces marca a la revista es que busca abordar temas que no pierdan vigencia. Por ejemplo, el ejemplar número 22, su favorito, aborda el tema de los monstruos desde la filosofía, la sociología y la biología.

Sobre los colaboradores y los lectores

Recientemente, en la celebración de los primeros 100 números de Elementos, el Dr. Soto escribió un pequeño texto donde compartía datos interesantes sobre la revista:

La plataforma web de Elementos tiene más de 160 mil visitas y cada número de la revista en la plataforma de Issuu llega aproximadamente a las 5 mil visitas.

  • Sus principales lectores están entre los 18 y 25 años. Es decir, estudiantes universitarios.
  • El mayor porcentaje de sus lectores leen la revista desde México. Las lista en orden descendente continúa con Colombia, España y Argentina, además de Estados Unidos y otros países de América Latina como Venezuela, Perú o Ecuador.
  • Y de las 95 publicaciones de autores extranjeros, destacan en número las colaboraciones desde Cuba, España, Argentina, Estados Unidos e Inglaterra.

Quien quiera enviar un texto académico para colaborar en Elementos, puede hacerlo. La invitación está abierta y los únicos requisitos se limitan a los básicos para cualquier publicación académica. Esas bases pueden consultarse desde su página web.

[pull_quote_right]Cuando estuvo la epidemia del AH1N1 buscamos a alguien que trabaje cosas de virus y que no repita lo que ya se sabe, lo de todos los periódicos. Nosotros por ejemplo publicamos uno que trataba el asunto de por qué algunas personas se mueren. Ya sabemos cómo nos infectamos, pero ¿por qué unos mueren y otros no de una enfermedad viral?[/pull_quote_right]

–El mundo académico es argumentativo. En Elementos podemos publicar un texto de 10 páginas sin problemas. Tenemos en ese sentido mucha más amplitud que otras revistas, es un elemento que la hace atípica.

Después del 103

Revista Elementos junto con Crítica son las revistas más constantes y consolidadas de la BUAP. Otras publicaciones han desaparecido en el tiempo o no son constantes. Fue relativamente reciente que Elementos adquirió algunas acreditaciones, incluida su inclusión en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación del Conacyt.

¿Qué sigue para Elementos?

–Yo creo que el ideal es llegar a los profesores normalistas. Es como más podemos contribuir al desarrollo de la ciencia en el país.

Hace tiempo hicieron un convenio con la Secretaría de Educación Pública (SEP). La Buap les dio más de 10 mil ejemplares por número que a la SEP les salían al costo únicamente de la impresión, lo que equivaldría a 2 o 3 pesos cada una. Pero el Dr. Soto se enteró que esas revistas nunca se distribuyeron y se quedaron en almacenes.

–Me parece que la Buap haría un gran beneficio regalándosela a la SEP, pero si la distribuyeran. Si sabes que se va a quedar ahí botada pues no desperdicias tu esfuerzo. Hay que hacerla llegar por algún mecanismo a los profesores de primaria, de secundaria y de bachillerato, ese sería el público ideal, eso es lo que hay que hacer.

Otro de los objetivos a futuro es reducir el tiempo entre publicaciones, pasar de ser trimestral a bimestral, mensual y aspirar a ser una revista semanal. Para lograrlo, el Dr. Soto dice que tendría que aumentarse para empezar la planta de producción, aunque para eso hay otros asuntos de fondo a resolver.

–Para eso se requiere una visión de futuro de las universidades que va más allá de las contingencias que nos están ocupando, y que son contingencias sobre todo de orden administrativo. No veo que en las universidades públicas actuales haya un plan de largo aliento que no sea fundamentalmente administrativo. En ciencia no veo un programa de desarrollo a largo plazo. Eso se necesita, al menos poner sobre la mesa algunas preguntas al respecto que queden abiertas.

La revista Elementos puede ser consultada en su totalidad desde su página oficial y también desde ahí se puede generar la inscripción para recibir los ejemplares impresos a un costo de 25 pesos. Y pueden seguir su actividad también a través de su página de Facebook.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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