Lado B
Espectadores del arte, ¡uníos![1]
En su carta de 1956 al poeta surrealista Jehan Mayoux, Marcel Duchamp le comparte una idea que me parece clave: «Una obra está hecha completamente por aquellos que la miran o la leen y la hacen sobrevivir por sus aclamaciones o incluso por su condena». ¿Quiénes son aquellos de los que habla el artista franco-estadounidense: los críticos, los historiadores del arte, los otros artistas? ¿Y el público?, ¿estarán aquellos conscientes de su poder?
Por Alonso Pérez Fragua @fraguando
06 de octubre, 2015
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Alonso Pérez Fragua

@fraguando

#LaEternaIncomprendida #AsíLoDijoDuchamp

[dropcap type=»1″]E[/dropcap]n su carta de 1956 al poeta surrealista Jehan Mayoux, Marcel Duchamp le comparte una idea que me parece clave: «Una obra está hecha completamente por aquellos que la miran o la leen y la hacen sobrevivir por sus aclamaciones o incluso por su condena». ¿Quiénes son aquellos de los que habla el artista franco-estadounidense: los críticos, los historiadores del arte, los otros artistas? ¿Y el público?, ¿estarán aquellos conscientes de su poder?

El mismo Duchamp, en su ensayo El acto creativo, escribe: «el arte puede ser malo, bueno o indiferente, pero, sea cual sea el adjetivo, debemos llamarlo arte, y el mal arte sigue siendo arte igual que un mal sentimiento sigue siendo un sentimiento». ¿Saben entonces los unos y los otros lo anterior? ¿O más bien descalifican todo lo que no comprenden al instante? Y lo más importante, si este rechazo sucede, ¿alguien se opone y trata de recordarles las palabras de Duchamp?

Marcel Duchamp. Foto tomada de Casa de la Historia

Marcel Duchamp. Foto tomada de Casa de la Historia

Al llegar en enero de 2012 a la coordinación de Capilla del Arte, espacio cultural de la UDLAP, me encontré por segunda vez con Nube negra, instalación de Arturo Hernández Alcázar. Meses antes, cuando la viví como mero espectador, colgada con cables de acero sobre uno de los patios del Museo Amparo; su subtítulo rezaba (Capital suspendido). A su arribo a mi nuevo lugar de trabajo era ya Nube negra (Recesión del capital), pues su disposición había cambiado: las piezas que la conformaban estaban colocadas sobre el piso ahora.

Esta era mi primera experiencia formal como gestor cultural, lo que significaba asumir la responsabilidad de traducir una obra que, en estricto sentido, se conformaba de basura. Basura revestida de un acontecimiento preciso -la explosión del ducto de Pemex en San Martín Texmelucan en diciembre de 2010- pero basura a fin de cuentas para el observador poco habituado a este tipo de experiencias que ofrece el arte contemporáneo. Basura que, al no haber sido recuperada del mencionado accidente, provenía de distintos mercados; sin importar la procedencia, todos los objetos de Nube negra habían sido hermanados por Arturo a partir de un recubrimiento de humo de petróleo: dinero líquido transformado en tizne artístico. Dinero que, luego de su vida útil como audio-casete o disco de vinilo o walkman o marco de puerta o lámpara o bicicleta, había sido desechado y devuelto al mercado del arte por Hernández Alcázar.

Incluso los más escépticos, los más acostumbrados al arte como sinónimo de belleza, una vez que dialogaban con la obra, que caminaban por entre los objetos que la conformaban, se perdían en los pasillos de sus propios recuerdos: los cientos de veces que se habían desvelado escuchando discos en la casa del tío, el primer beso que dieron recargados en una puerta como aquella, el restirador del papá arquitecto iluminado por una lámpara igual a esa, el día que anduvieron en bicicleta por primera vez… Así, además de un disfrute particular, muchas veces esos amantes o escépticos del arte establecían un diálogo con los otros visitantes al compartir sus viajes al pasado.

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Montaje de Nube Negra en Museo Amparo y Capilla del Arte, respectivamente. Foto izq.: tomada de la página del artista. Foto derecha: tomada el blog UDLAP

Capilla del Arte lo tenía claro desde su apertura en octubre de 2009; para mí, a partir de la experiencia con Nube negra, lo fue también: el arte, sobre todo el contemporáneo, el que la gente cree que no entiende y que ve como raro, se construye gracias al diálogo de la obra/artista con el público. También se construye –y eso se nos olvida fácilmente- gracias a la ayuda del recinto –museo, galería o espacio cultural-, pues, hay que decirlo, existen obras sin título y/o artistas que consideran que su trabajo “habla por sí mismo”, eliminándose cualquier posibilidad de diálogo.

La labor del recinto, entonces, es traducir, acercar, sensibilizar a los espectadores del arte ofreciendo visitas guiadas, generando información sobre lo que exhiben, construyendo lazos de confianza por cualquier vía posible, abriendo canales de comunicación constantes y, sobre todo, seleccionado temas, artistas y obras que de manera natural dialoguen con la comunidad a la que pertenecen. En otras palabras, presentando exposiciones que hablen de las realidades de la ciudad o región, en lugar de caer en la tentación de lo espectacular pero con un vínculo débil o pasajero con el contexto del público.

Poco a poco, gracias a la incorporación de prestadores de servicio social de diversas carreras y universidades, y tras la correspondiente y necesaria capacitación, hemos fortalecido nuestro programa de visitas guiadas, el cual incluye recorridos en horarios fijos así como por cita a partir de cuatro personas. De esta forma, en la segunda modalidad hemos recibido desde estudiantes de primaria hasta maestría, tanto de instituciones públicas como privadas; además familias, grupos empresariales y clubes como Todos al Centro Histórico, conformado por niños y sus padres que de forma regular buscan visitar recintos históricos y exposiciones diversas.

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Todos al Centro Histórico en la Muestra de Trabajos AD/OPTA & ADAPTA Cuarta Edición. Foto: Capilla del Arte UDLAP

Las visitas guiadas ayudan y han ayudado mucho a la formación del público de Capilla del Arte. Sin embargo, aún faltaba crear otro tipo de lazos; invitar a que el público dejara su posición pasiva de mero espectador, y experimentara la convivencia directa con la obra y con el espacio. Surgió así, en junio de 2012, AD/OPTA & ADAPTA, programa de reinterpretación multidisciplinaria. Con cada convocatoria que se pone en marcha desde entonces, se le da la oportunidad a cualquier persona, sin importar edad o profesión, de tomar como base una pieza de nuestra exposición temporal en turno y generar una obra o proyecto nuevo. En el caso de trabajos extranjeros como los que exhibimos en Lubok. Gráfica contemporánea y libros de artistas de Leipzig, en otoño de 2012, y ¡Ejemplos a seguir! Exploraciones en estética y sustentabilidad, un año después, las reinterpretaciones significaron además la apropiación de un discurso generado en países como Alemania o Dinamarca y su necesaria re-contextualización al plano mexicano y poblano. Esto ayudó a que, incluso las personas que permanecieron en su papel de público pasivo, tuvieran una nueva experiencia, aterrizada a su realidad cotidiana.

De la experiencia con Ejemplos…, que representó la convocatoria número cinco, la variedad de perfiles de los creadores es digna de mencionarse: desde Jimena Mora Ayón, de 10 años y fundadora del grupo ambientalista Salvemos al mar, y los alumnos, papás y maestros del Jardín de Niños Vive, Juega, Imagina, Universo; hasta estudiantes de Filosofía y de Psicología de la BUAP y de Artes de la UDLAP, Universarte y el Instituto de Artes Visuales del Estado de Puebla.

Si bien estamos satisfechos de manera general con lo que se ha generado con AD/OPTA & ADAPTA en ocho convocatorias –la más reciente por cerrar al final de la actual exposición El hilo de la vida de Carlos Arias, que termina el 6 de septiembre de 2015- es cierto que aún falta alcanzar a más personas sin un vínculo directo con las artes y carreras creativas, como los casos de Jimena y el jardín de niños.

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Los participantes de la Octava Convocatoria AD/OPTA & ADAPTA con el artista Carlos Arias al centro. Foto: Ámbar Barrera

OPERADOR (OP): Acciona efecto (FX) de estática radiofónica y de dial recorriendo el espectro radioeléctrico. Luego de unos segundos, una voz aparece clara en los altoparlantes – –

LOCUTOR (LOC) (CON VOZ DE GALÁN DE RADIONOVELA CUBANA): ¿Cómo estar en contacto con el público de forma constante, incluso cuando éste no puede desplazarse a nuestro espacio? ¿Cómo platicar con él y con ella y con tod@s de forma regular sobre los temas que (nos) ayudarán a comprender mejor los vertiginosos cambios que sufre la producción y la teoría artística? ¿Cómo conectar lo que hace Capilla del Arte UDLAP con lo sucedido en otros recintos de Puebla, México y del resto del mundo? La respuesta llegó en forma de emisión radiofónica en noviembre de 2013 y continúa todos los martes de 8 a 9 de la mañana por Radio BUAP.

Así lo dijo Duchamp es producido y conducido por gestores culturales, estudiantes de la maestría en Estética y Arte y licenciados en Artes Plásticas y en Comunicación; gente vinculada a un recinto cultural, cierto, pero las más de las veces todas esas voces hablamos como público; público que se documenta y que desea conocer más de lo que críticos e historiadores y artistas tienen que decir sobre el arte. Público que invita a esa otra parte de la audiencia a participar, a documentarse y desear conocer más.

OP: Acciona en el fondo The Shrew de Beirut, acompañado de la Banda Jiménez de Teotitlán del Valle, Oaxaca.

LOC (CON TONO DE CAMPAÑA POLÍTICA): En estos casi dos años de transmisiones, con cerca de 90 programas, Así lo dijo Duchamp ha mostrado su espíritu de inclusión, al igual que lo hace Capilla del Arte. En distintos momentos, ha abierto sus micrófonos a proyectos y logros de gestores y artistas de la comunidad UDLAP y de sus egresados -como el caso de Terminal 205, espacio efímero de gestión y de exposición de arte emergente que se ubicó por 205 días en San Andrés Cholula- pero también a la comunidad de la BUAP, la Universidad Iberoamericana, el Universitario BAUHAUS y Unarte, a personas e instancias independientes, a organismos oficiales y a recintos culturales de la región como el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos y el Museo Regional del INAH, por mencionar solo a algunos.

De la misma forma que en el contexto actual lo ofrecido por cualquier recinto cultural “cubre” los huecos generados por la educación tradicional, así también algunos productos mediáticos son consumidos para aprender, para ampliar los horizontes –sobre todo si estos son transmitidos en la estación de una universidad y respaldados por el espacio cultural de otra. Por ello, la responsabilidad que asume Así lo dijo Duchamp es tan grande y, también por ello, el deseo de que la emisión trascienda los muros de Capilla del Arte y las barreras del tiempo.

OP: Desactiva The Shrew y acciona Surfing with the Alien de Joe Satriani que hará las veces de cortinilla de noticiero.

LOC (ASUMIENDO TONO AD HOC): Hay que repetirlo porque es vital: el público es la pieza principal del rompecabezas del arte. Es por ello que todas nuestras acciones deben tenerlo en mente, ya sea que nos dediquemos a la gestión o a la producción. Esto significa que la audiencia goza de privilegios, sí, pero también de responsabilidades, siendo la principal el mantener la mente abierta y –ya lo dije antes- informarse, tener ese deseo de conocer más sobre la obra, el artista y el contexto. Y para todo esto -también lo repito y con esto cierro el círculo- estamos los recintos culturales y sus encargados; para traducir y acercar.

OP: Sube a primer plano Surfing with the Alien y la mantiene 15 segundos; luego, con mano firme pero delicada, baja el volumen hasta hacerla desaparecer.

LOC (CON VIGOR): Todos somos público. Por eso os digo: Espectadores del arte, ¡uníos!

OP: Acciona en primer plan 4’33’’, del compositor estadounidense John Cage, a cargo del intérprete de su predilección. La deja hasta el final.


[1] Texto escrito para y publicado en el boletín semanal sobre arte Torpedo, bloque 2, número 2 (27 de agosto al 2 de septiembre de 2015). Edición del original a cargo de Pablo Piceno.

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Autor Lado B
Alonso Pérez Fragua
Alonso Pérez Fragua es periodista, gestor cultural y eterno aprendiz de las cosas del arte y del mundo. Actualmente realiza estudios de maestría en Estudios Culturales por la Universidad Paul Valéry, de Montpellier; su tesis tiene a Netflix y a las tecnologías digitales como objetos de estudio. En México cursó una maestría en Comunicación y Medios Digitales, y una especialidad en Políticas Públicas y Gestión Cultural. Melómano, bibliógafo, cinéfilo, maratonista de series, wikipedista y un poco neurótico. Lo encuentras en Twitter e Instagram como @fraguando.
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