Lado B
El tiempo, el ánimo y el mundo desde la visión del artista Enrique Ramírez
El artista chileno Enrique Ramírez presenta en el Amparo su muestra sobre personas asesinadas en el mar por dictaduras latinoamericanas
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
22 de octubre, 2015
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Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

El mar desde su perspectiva más sombría: Una marea azul pálido con un cielo a medio oscurecer y al menos una decena de cruces flotando cual fantasmas marinos. Es el paisaje poético, cruel y melancólico que habla de los miles de personas asesinadas en el mar por la dictadura de distintos países latinoamericanos. Ese cementerio marino también es la historia de un país y de una cultura.

De la misma manera, otras obras del artista chileno Enrique Ramírez, igual de azules y grises, igual de poéticamente impactantes, utilizando distintos recursos como el cine, el arte objeto y la tecnología, se presentan en Puebla en el Museo Amparo (2 sur 708) desde el pasado 17 de octubre en la muestra titulada El tiempo, el ánimo, el mundo.

Enrique Ramírez nació en Chile durante la dictadura de Pinochet y tal cual funcionaban las cosas para él resultó ser el ritmo normal de sus días. A sus 19 años la dictadura se acabó y su generación empezó a cuestionarse cosas sobre el lugar donde habían crecido y con qué tipo de historia contaban. Eso es justo lo que empezó a explorar desde el cine y el arte.

El padre de Enrique se dedica a hacer velas para barco, por lo que Enrique se volvió muy cercano al mar y a la navegación. En general, Enrique cree que el mar es importante no sólo para él sino para su país, por su geografía delimitada a lo largo por la playa. Al mismo tiempo, cuenta el artista, parte de esa relación es una historia muy oscura, ya que hubo muchas personas lanzadas al mar durante la Operación Cóndor.

–El mar es inestable, como nosotros –dice el artista.

La curadora de la exposición Ángeles Alonso dice que la obra de Enrique, aunque aborda problemáticas sociales duras y complejas, lo hace a su vez poéticamente. También habla de él como un artista nómada, no sólo porque pasa su tiempo viajando entre Chile y Francia sino también porque desde sus obras viaja entre la historia y las culturas.

–Yo vengo de un país en donde la historia tiende a borrarse -dice Enrique– Un país donde la poesía es muy fuerte y podría decir que la poesía y la geografía son dos espacios muy importantes. La relación que se crea entre esos dos lugares es como nosotros somos y como vemos el mundo.

Enrique considera que su trabajo no solamente habla de Chile, sino también de su historia personal y busca hablar de una poética universal, por lo que para comprender o sentir su obra no es necesario conocer la historia de Chile.

[quote_box_right]Enrique dice que las similitudes que puede encontrar entre Chile y México es el silencio que hay respecto al ejercicio de los derechos humanos, como al borrar hechos que han sucedido en el pasado para seguir adelante, ignorando y pasado por alto esos derechos.[/quote_box_right]

–Eso para mí es muy importante, que el público que no necesariamente sea especialista en el arte, pueda conectarse con una obra. Como cuando leemos un libro o cuando vamos al cine. No vamos al cine y necesitamos ser expertos al cine para que nos guste una película o no.

Según la curadora Alonso, pueden encontrarse tres temas abordados desde la exposición: el movimiento, la migración y la geografía; la historia y la memoria desde una perspectiva poética; y el reconocimiento de uno mismo en el otro y la importancia de la memoria hacía el presente.

–Otra parte que me parece muy importante señalar de la obra de Enrique es que aunque trata temas que son fuertes, siempre lo hace desde un lugar que dignifica al otro –dice la curadora– Creo profundamente que el uso excesivo de las imágenes violentas a las que estamos expuestos es algo que desgraciadamente tiende a volvernos indiferentes y que no dignifica al otro, para mí mostrar imágenes así es una nueva violencia.

Enrique dice que las similitudes que puede encontrar entre Chile y México es el silencio que hay respecto al ejercicio de los derechos humanos, como al borrar hechos que han sucedido en el pasado para seguir adelante, ignorando y pasado por alto esos derechos.

–Pienso que como pueblo latinoamericano compartimos una historia. Esta historia que compartimos, desde mi punto de vista, es una historia más bien triste, una historia de desapariciones y de muerte. Y al contrario de eso, no somos buenos vecinos entre nosotros. Latinoamérica es un pueblo bastante separado. Yo soy chileno y pienso como chileno, no pienso como latinoamericano y eso es, me parece a mí es muy peligroso.

El tiempo, el ánimo, el mundo es la primera exposición que forma parte del proyecto Encuentros Latinoamericanos, una serie de exposiciones anuales que buscarán explorar sobre la identidad de los distintos pueblos de Latinoamérica.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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