Lado B
Mr. Robot: Mandando al carajo a la sociedad
Estamos en una época en que la tecnología es parte ya inseparable de nuestras vidas. Las redes sociales, las computadoras personales, los celulares. Todos estamos conectados incluso cuando dormimos. Esto pareciera algo ya casi natural, algo cotidiano, pero también representa que hoy más que nunca somos vulnerables a cualquier usurpación de nuestra vida personal.
Por Lado B @ladobemx
27 de septiembre, 2015
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MR. ROBOT -- "da3m0ns.mp4" Episode 104 -- Pictured: (l-r) Christian Slater as Mr. Robot, Rami Malek as Elliot -- (Photo by: Virginia Sherwood/USA Network)

MR. ROBOT. Foto: Virginia Sherwood | USA Network

Amira George

[dropcap type=»1″]E[/dropcap]stamos en una época en que la tecnología es parte ya inseparable de nuestras vidas. Las redes sociales, las computadoras personales, los celulares. Todos estamos conectados incluso cuando dormimos. Esto pareciera algo ya casi natural, algo cotidiano, pero también representa que hoy más que nunca somos vulnerables a cualquier usurpación de nuestra vida personal.

Es casi imposible que uno no aparezca en internet, una simple búsqueda y seguro que nuestro nombre está ahí, y con eso cualquiera puede hacer un mapa de quiénes somos.

Esta es sólo una de las muchas ideas, de los conceptos, que Mr. Robot plantea, y es el más sencillo de todos. Esto genera un cierto temor, una paranoia y un sentimiento de persecución que, siendo honestos, ayuda a que uno sienta empatía por los personajes de la serie.

Es un poco complicado hablar de la serie sin dar muchos spoilers, pero haré lo posible. La historia se centra en Elliot, un joven que trabaja en una empresa de seguridad cibernética pero que en realidad es un hacker muy especializado.

Si de por sí la idea de un geek encerrado en su cuarto con su computadora es la de un antisocial per se , hay que agregar que Elliot tiene problemas de drogadicción y de ansiedad social extrema. Su inestabilidad se refleja incluso en que la narración de los hechos es él hablando con un ser que no está ahí, pareciera que habla con el espectador pero en muchas ocasiones se refiere a él como una parte de subconsciente, un amigo imaginario que lo acompaña a lo largo de toda la historia, a quien le lanza preguntas que sabe nunca serán respondidas.

Parecera algo extremo, pero con todas sus fallas, sus debilidades, es un personaje con el que uno siente empatía instantanea, uno se puede llegar a ver reflejado en ese hombre raro de los ojos enormes. O tal vez fui sólo yo.

Por lo mismo de sus ansiedades y su falta de habilidades sociales, la única manera que tiene Elliot para conectarse con la gente es por la computadora, cada vez que conoce a una persona nueva hace su expediente digital, lo hackea, revisa su información y llega a conocer a la persona mejor que la misma persona se conoce a sí mismo. Así es nuestra vida en las redes.

Sin embargo la historia no se queda ahí. Esto es sólo lo que aprendemos de nuestro héroe en los primeros minutos del primer capítulo. ¿Qué pasa si a un hombre desequilibrado lo sumas a un grupo de cyberanarquistas que tienen un plan para echar abajo al corporativo más grande e importante del mundo en una estrategia para generar un nuevo sistema social?. La respuesta es: una maravilla.

Es por medio de un personaje que sólo conocemos como Mr. Robot -interpretado por Christian Slater- que Elliot llega a Fsociety, este grupo de hackers, que sería una versión ficticia de Anonymous -al grado que hasta tienen una máscara que los identifica-, que quieren derribar a E-Corp -referido como Evil Corp en el imaginario de Elliot-, e inicia todo el proceso para llevar a cabo el acto de cyberterrorismo más grande de la historia, así lo definen ellos y una vez que uno entra a la historia lo ve así.

Lo que podría ser una serie más de y para geeks se convierte así en una crítica muy ruda y cruda de el sistema económico actual, la lucha en contra del capitalismo, del liberalismo económico, de la sociedad actual sumida en esta fantasía de realidad que se ha creado en los últimos años. Se vuelve una crítica y autocrítica de lo que es la vida moderna, y uno no puede más que coincidir con ellos.

[pull_quote_right]Por lo mismo de sus ansiedades y su falta de habilidades sociales, la única manera que tiene Elliot para conectarse con la gente es por la computadora, cada vez que conoce a una persona nueva hace su expediente digital, lo hackea, revisa su información y llega a conocer a la persona mejor que la misma persona se conoce a sí mismo.[/pull_quote_right]

Siendo honestos hay un momento en el que uno no deja de preguntarse cómo es posible que esto haya llegado a la televisión, esta postura tan crítica de lo que es el corporativismo que mantiene en pie a Estados Unidos en otra época hubiera sido sacada del aire en al segundo capítulo -series como Jericho fueron canceladas por discursos parecidos-, pero en este caso la serie fue renovada para una segunda temporada aún antes de que saliera el primer episodio.

Aunque hay muchos personajes que valen la pena y con los que uno se encariña, no puedo más que hablar de los dos hombres principales, quienes mantienen una relación extrema de bromace enfermizo y autodestructivo en cierto punto, que es genial.

La revelación aquí es Rami Malek, en el papel de Elliot, quien si bien ha salido en algunas películas y series de televisión, siendo «The Pacific» una de las más conocidas, en Mr. Robot encontró un papel casi diseñado para él. La interpretación de este hacker ansioso, drogadicto y paranoico, que habla solo se refleja principalmente en una cosa: sus enormes ojos. Sin tener que abrir la boca, sólo con ver su cara puedes ver todo el conflicto que tiene el personaje y, repito, sentir una gran empatía por él.

Por otra parte, debo confesar que Christian Slater nunca ha sido santo de mi devoción, y la verdad creo que el papel de él que más grabado tengo en la cabeza es el de Will en «Robin Hood». Aquí lo tenemos como un hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa por alcanzar su objetivo, lo cual normalmente es algo positivo pero dado que en este caso, como él mismo lo dice en algún momento, él está extremadamente loco, ese cualquier cosa se puede llevar a puntos extremos.

Otro aspecto muy interesante es que el creador de la serie Sam Esmail es un nombre relativamente nuevo; tiene un par de películas en su historial y este es su primer proyecto amplio y que lo hizo entrar por la puerta grande.

Además, de esos datos curiosos, la casa productora -ojo, no la cadena por la que se transmite-, es Anonymous Content, la cual entre sus proyectos más recientes tiene «Fifth Estate», la película que narra la historia de Julian Assange.

P.d. Como comentario adicional, quiero dar las gracias a mi amigo @Chadattack quien fue el que me recomendó originalmente esta serie

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