Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Por primera vez en México, durante las elecciones federales del 7 de junio de este año se permitió la figura de candidatos independientes, ciudadanos sin ningún partido que quisieran competir para un cargo de elección popular. En Puebla, sólo una persona consiguió el registro para competir por una diputación federal, luego de que el 31 de marzo el Congreso local aprobara el requisito del 3 por ciento de firmas del padrón electoral para conseguir el registro. 

Pese a que en marzo el legislador Marco Antonio Rodríguez, del Partido Social de Integración (PSI), propuso esta cantidad, esta semana dijo en entrevista con el diario e-consulta que propondrá que el porcentaje disminuya del 3 al 1%, sugerencia que podrá ser discutida en agosto cuando se trabajen las reformas al Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla (Coipeep).

El politólogo de la Universidad Iberoamericana Puebla, Juan Luis Hernández Avendaño, dijo que una de las lecciones del proceso electoral del 7 de junio es la necesidad de airear al sistema político mexicano, y una posibilidad para sostener este refrescamiento es la figura de los candidatos independientes, y agregó que uno de los principales obstáculos fue el piso mínimo de 3 por ciento.

También la diputada perredista Socorro Quesada propuso disminuir el porcentaje del 3 al 2%. La iniciativa, dijo, será subida este martes 14 de julio oficialmente a la página del Congreso, y será discutida durante los próximos días. En entrevista, la legisladora dijo que su partido no está “en el mercado político de que yo ofrezco tanto”, sino que están homologando el requisito conforme a lo establecido en las leyes federales.

La propuesta del PRD es que en Puebla el porcentaje se homologue tal cual lo establezca la línea federal y si se dan las condiciones en la propia legislación federal, se baje a un porcentaje menor. Reiteró en varias ocasiones que de lo que se trata es de armonizar según lo acordado a nivel nacional, que actualmente pide 1 por ciento de firmas para ser candidato a la presidencia de la República y 2 por ciento para diputados federales.

[quote_box_right]El único ex candidato independiente a diputado en Puebla, Alberto Merlo Martínez, no compartió la idea del mismo porcentaje para todos los cargos, ni la propuesta del PRD del 2%. En su opinión, en el caso de presidentes municipales se debe tomar en cuenta el número de habitantes de cada demarcación territorial y cuántos regidores integran a cada ayuntamiento[/quote_box_right]

Aunque Hernández calificó la propuesta del diputado Rodríguez como buena, dijo que hay que esperar para ver si la postura del PSI es compartida por los partidos más grandes, específicamente por el PAN y por el PRI. Opinó que para ellos implica que “se abra la caja de Pandora ciudadana”, porque eventualmente podría mandar a un segundo plano a representantes de los dos principales partidos –como pasó en Nuevo León con el candidato independiente Jaime Rodríguez “el Bronco”–.

Para Hernández, el PAN y el PRI “estarán pensando en qué medida una ley que facilite la presencia de ciudadanos naturalmente puede ir en contra de sus intereses”. Pese a ello, consideró que están en una suerte de situación contra las cuerdas, pues si insisten el mantener el 3% de piso mandarán el mensaje de que no cederán, lo que provocará movilizaciones, reprobaciones y enojo por parte de la sociedad. Pero si apoyan la posibilidad de bajar el mínimo al 1% del padrón, entonces “mandarán el mensaje de que es fundamental que ahora cada vez más ciudadanos participen.”

Aunque hasta la fecha sólo dos legisladores poblanos han tocado el tema de disminuir el piso, el politólogo de la Ibero dijo que ojalá esta sea una postura que acompañe en la mayoría legislativa para agosto, pero tiene sus dudas de que el PRI y el PAN la compartan.

Hernández enfatizó que no se entiende la candidatura independiente como buena por sí misma, porque puede tener distintas naturalezas como representantes de ciertos grupos fácticos, pero es una figura que abona en la pluralidad. Es necesario que se vaya conociendo esta figura un poco más, y si el piso se queda en 1% es algo que “le vendría muy buen al estado de Puebla”. 

La propuesta de Rodríguez es que este porcentaje sea el mínimo también para los aspirantes a alcaldías, gobernador y diputaciones locales. Sin embargo, el único ex candidato independiente a diputado en Puebla, Alberto Merlo Martínez, no compartió la idea del mismo porcentaje para todos los cargos, ni la propuesta del PRD del 2%. En su opinión, en el caso de presidentes municipales se debe tomar en cuenta el número de habitantes de cada demarcación territorial y cuántos regidores integran a cada ayuntamiento. El estudiante de Ciencias Políticas dijo que lo más sensato sería establecer cierto rango de porcentajes dependiendo de los pobladores, discutiendo cada caso específico. En cuanto al gobernador, consideró que sería bueno que se quedara en el 1%, como en el caso de los aspirantes al titular del Ejecutivo Federal, y en el caso de diputados locales el 2%, como lo establece la ley general federal.

Beto Merlo consideró sorprendente pero a la vez bueno el cambio de porcentaje propuesto por el diputado del PSI, porque es una manera de que las candidaturas independientes proliferen. El 3% que se estableció, dijo, es violatorio a los derechos políticos y electorales de los ciudadanos, porque dificulta la participación.

También dijo que desde la sociedad civil hay muchos actores que llevan más de un año en el tema, y que sería necesario abrirles la puerta para discutir las reformas. Agregó que sería contradictorio que se legislara un mecanismo de participación ciudadana sin abrirle la puerta. Finalmente comentó que hay muchas organizaciones de la sociedad civil dispuestas a cooperar e insistir en el tema, que le parece que si desde un principio los legisladores intentaron obstaculizarlo no va a ser fácil que cambien de opinión. Consideró que para que las reformas a las candidaturas independientes prosperen es cuestión única y exclusivamente de voluntad política.