Imagen tomada de este sitio.

Centro Prodh

@CentroProdh

En días pasados se cumplieron 40 años desde que elementos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), agencia de inteligencia dependiente de la Secretaría de Gobernación, desaparecieron forzadamente a David Jiménez Fragoso. A pesar del tiempo transcurrido y del paso del expediente por las manos de la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), hasta hoy el Estado no ha esclarecido el paradero de Don David, ni tampoco ha proporcionado acceso a la justicia por este grave crimen.

[quote_right]Este caso ejemplifica la falta de voluntad por parte del Estado de garantizar el acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación del daño por las graves violaciones a derechos humanos cometidas por sus agentes en décadas pasadas, lo que ha conducido al escenario de grave crisis de derechos humanos que se vive en México, materializada en casos como Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán.[/quote_right]

Este caso ejemplifica la falta de voluntad por parte del Estado de garantizar el acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación del daño por las graves violaciones a derechos humanos cometidas por sus agentes en décadas pasadas, lo que ha conducido al escenario de grave crisis de derechos humanos que se vive en México, materializada en casos como Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán.

David Jiménez Fragoso nació en Tezoyuca, Estado de México, el 26 de abril de 1932. Como lo hicieron muchos más hombres y mujeres luego de la masacre de Tlatelolco en 1968 y de la matanza del Jueves de Corpus en 1971, David ingresó en 1974 a la Liga Comunista 23 de Septiembre, en la que militaban sus hijos. Colaboró en esa organización como tipógrafo, y al año siguiente, el 7 de mayo de 1975, fue víctima de desaparición forzada.

A pesar de que documentos oficiales y testimonios de sobrevivientes comprueban que David fue detenido vivo en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y estuvo presente en diligencias posteriores, la DFS reportó que falleció en un accidente en Guadalajara, Jalisco, el día de su detención.

Familiares de Jiménez Fragoso, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y la Fundación Diego Lucero presentaron una denuncia penal ante la Femospp en 2006, con la esperanza de que la desaparición forzada fuera investigada cabalmente. Luego del cierre de la Femospp en 2007, su expediente pasó a manos de la Coordinación General de Investigaciones (CGI) de la Procuraduría General de la República (PGR), sin que hasta la fecha la autoridad ministerial haya realizado las diligencias necesarias para determinar el paradero de la víctima. Al contrario, el traslado de las averiguaciones previas de la Femospp a la CGI ha derivado en la continuación de la impunidad para los delitos cometidos por el Estado.

Hace un mes se supo que la PGR cerró sin consignar más de la mitad de las 570 averiguaciones previas que dejó en integración la Femospp por la comisión de delitos como abuso de autoridad, tortura, privación ilegal de la libertad, homicidio, violación, allanamiento de morada, desaparición forzada, violación grave a las garantías individuales, genocidio y lesiones en contra de opositores políticos en los años setenta y ochenta. Además, hace dos meses el Archivo General de la Nación catalogó el acervo referido a la Guerra Sucia como confidencial, por lo que ahora está prohibida su consulta directa.

Con la detención y desaparición de don David, el Estado ha incurrido en graves violaciones a la Convención Americana sobre Derechos Humanos y a la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. Por ello, desde el año 2011, familiares de Jiménez Fragoso, el Centro Prodh y la Fundación Diego Lucero presentaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una petición en este caso.

Ante estos hechos y en el 40 aniversario de la desaparición forzada de David Jiménez Fragoso, denunciamos la intención que el gobierno federal tiene de poner punto final a estas graves violaciones sin que haya castigo para los responsables. Más grave aún es que a los crímenes de Estado cometidos en el pasado se agregan nuevos casos de desapariciones forzadas ocurridas en los últimos años. Por lo tanto, nuestra exigencia es alcanzar la verdad, la justicia y la reparación del daño tanto en el caso de David Jiménez Fragoso como en el de las y los demás víctimas de desaparición forzada del pasado y del presente.