En Bil´in, un pequeño pueblo palestino al noroeste de Ramala, los viernes no solo son para acudir a la mezquita y orar. Desde hace una década residentes y activistas extranjeros organizan manifestaciones y actividades de resistencia pacíficas para exigir el fin de la ocupación israelí. Pero los viernes en este pueblo, desde hace diez años, terminan oliendo a gas lacrimógeno. Sigue leyendo acá la crónica de la jornada.
EL PEPO