Tres estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) fueron detenidos este lunes 19 de enero durante la serie de manifestaciones que se organizó en torno a la visita del presidente Enrique Peña Nieto a esta ciudad, a donde acudió a reinaugurar el Hospital para el Niño Poblano (HNP) en compañía del gobernador Rafael Moreno Valle.
Los jóvenes Edgar García Juárez y Shariff Guerrero Contreras, estudiantes de las facultades de Ciencias de la Computación e Ingeniería, respectivamente, fueron detenidos por elementos municipales cerca del mediodía en los alrededores del hospital, en cuyo interior se encontraban los mandatarios federal y estatal.
Unas horas más tarde, cuando decenas de jóvenes se manifestaban a las afueras de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) justamente por las detenciones de sus compañeros, un tercer estudiante, Gustavo Reyes Ortiz, fue detenido por policías estatales.
A falta de pruebas, los tres jóvenes fueron liberados antes de las 20 horas de este lunes.
Encapsulan movilización pacífica
La presencia del presidente Enrique Peña Nieto en Puebla convirtió al bulevar del Niño Poblano, donde se ubica el hospital del mismo nombre, en un punto muerto. Desde su entrada por la vía Atlixcáyotl hasta la de Palmas Plaza, la vialidad permanecía resguardada por vallas, elementos de seguridad y militares que desviaban a los automóviles y revisaban a todos los civiles que transitaban ahí.
Desde días antes, la Asamblea Universitaria había convocado a los estudiantes de la BUAP a manifestarse por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, aprovechando la presencia de Enrique Peña Nieto en la ciudad.
Si bien la marcha, que salió a las 11 de Ciudad Universitaria, comenzó con la participación de unos 200 estudiantes, el largo trecho que divide a la BUAP del HNP mermó la convocatoria y a su llegada a la Universidad Iberoamericana, institución que se encuentra justo a un costado del hospital citado, el número de jóvenes se había reducido considerablemente.
Ahí, a las afueras de la Ibero, un grupo de entre 20 y 25 estudiantes empezó a gritar consignas pero fue encapsulado por los cuerpos de seguridad presentes, quienes comenzaron a jalonearlos.
–De un momento a otro hubo una gran cantidad de granaderos, de 100 a 150 –comentó uno de los estudiantes pertenecientes a la Asamblea Universitaria.
Unos 13 jóvenes lograron entrar a las instalaciones de la Ibero, donde permanecieron varias horas resguardados, pero, al mismo tiempo, Shariff Guerrero y Édgar Juárez fueron detenidos por elementos de la Policía Municipal de Puebla.
Alrededor de las 15:30 horas, esos 13 estudiantes fueron entregados a sus padres o tutores por alumnos y autoridades de la Ibero.
Fuera de los protocolos, la detención de Shariff y Edgar
Como consta en las fotografías que fueron difundidas en redes sociales y medios locales y nacionales, Shariff Guerrero y Edgar Juárez fueron detenidos por elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) que depende de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM).
Los dos jóvenes fueron trasladados en la patrulla 722 del GOES, según confirmaron a la prensa integrantes de la Asamblea Universitaria.
Pero, en lugar de ser trasladados a las instalaciones de la SSPTM ubicadas en la colonia Rancho Colorado, como suelen hacer los elementos municipales en cada una de sus detenciones, Shariff y Edgar fueron llevados a la Procuraduría General Justicia (PGJ), dependencia de orden estatal.
–¿Nunca los llevaron allá (a Rancho Colorado)? –se le preguntó a Edgar Juárez en entrevista telefónica poco después de su liberación.
–Fue lo que yo también me pregunté –respondió–. Lo que escuché en el radio de los policías es que, como según era una falta grave, el Estado Mayor pedía que se nos llevara a la procuraduría y se nos culpara como delito federal.
Alrededor de las 15 horas, cuando los compañeros de Shariff y Edgar se manifestaban afuera de la PGJ por su liberación, la patrulla 722 permanecía estacionada al costado de dicha dependencia, como consta en las gráficas obtenidas por este portal. Asimismo, Minerva Rivera, directora jurídica de la SSPTM, hizo presencia en ese lugar mientras los jóvenes realizaban su protesta pacífica.
Entre las 16 y 17 horas el joven fue trasladado al Juzgado Calificador Delegación Centro. Esta autoridad, de nuevo de orden municipal y que depende de la Sindicatura, analizó su caso, descartó la comisión de faltas administrativas y dejó en libertad a ambos jóvenes.
Edgar descartó que los elementos que participaron en su detención hayan actuado con violencia. Sin embargo, sí considera incomprensible haber sido trasladado a una dependencia estatal para luego ser devuelto a la autoridad municipal por una simple falta administrativa, de la cual, al final de cuentas, no hubo prueba alguna.
Por ello, adelantó que presentará una queja ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado.
–Una vez más –expresó el joven en entrevista con este portal– queda demostrada la poca eficacia que tiene el Estado, ni siquiera me presentaron un acta, no tenían argumentos, es incoherente la detención, no tenía ningún sentido.
Lado B solicitó a la SSPTM su versión de estos hechos. Aunque vía telefónica el área de Comunicación Social de la dependencia indicó que entregaría un posicionamiento a la prensa, hasta el cierre de esta edición el documento no fue recibido.
Una tercera detención frente a la PGJ; el joven ni siquiera fue presentado
Alrededor de las 14 horas, un grupo de alrededor de 50 estudiantes de la BUAP se congregó a las afueras de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) estatal para manifestarse contra las detenciones de sus compañeros. En esta protesta, que se llevó a cabo pacíficamente, elementos de la Policía Estatal detuvieron a un tercer estudiante.
Gustavo Reyes Ortiz, de la Facultad de Arquitectura, fue subido a la camioneta de los granaderos estatales y de ahí trasladado por cerca de tres horas a lugares que el joven no reconoció porque es originario de Oaxaca.
Al final, sin ser presentado ante ninguna autoridad impartidora de justicia, Gustavo fue liberado en plena calle, según relató él mismo, en entrevista telefónica con este portal.
–Lo único que me andaban pidiendo era mi nombre –narró–. De ahí me llevaron a otro lado por San Manuel o Valsequillo, me pidieron unos papeles y me quedé afuera esperando, me dijeron que ya entonces no iba a pasar nada, que ellos iban a entregar los papeles y que no dijera nada.
–¿No te presentaron a un Ministerio Público o a un Juzgado Calificador?
–No.
Agresiones contra reporteros por parte de policías estatales
También frente a la PGJ, durante la protesta de los estudiantes, policías estatales entorpecieron el trabajo informativo del periodista Alberto Melchor, jaloneándolo de su mochila y buscando evitar que realizara preguntas al joven Gustavo Reyes mientras estaba siendo detenido. Luego de amenazar al reportero con detenerlo, los elementos lo dejaron en paz hasta que éste mostró su acreditación de prensa.
Un elemento más, que se encontraba a bordo de la camioneta de granaderos, amenazó a la fotoperiodista Marlene Martínez, de Lado B, con detenerla “por chismosa”, mientras ésta documentaba la manifestación, sin que esta amenaza tuviera mayores efectos.
Posturas contrastantes de la Ibero y la BUAP
Ante los hechos ocurrido esta tarde, la Universidad Iberoamericana Puebla emitió un comunicado en el que condenó las detenciones y el hostigamiento en contra de los estudiantes de la BUAP.
La institución jesuita hizo un llamado al gobierno estatal a conducirse “en el marco de la ley, reconociendo y respetando los derechos a la libre expresión, asociación y manifestación de las ideas”.
En contraste se dio la postura de la institución de los jóvenes detenidos, la BUAP, pues esta universidad publicó un comunicado en el que dijo reprobar cualquier acto fuera de la legalidad y se deslindó de “acciones como la toma de camiones, de instalaciones o de cualquier acto vandálico que se pudiera llevar a cabo”.
En un segundo comunicado, emitido unas horas después, la institución pública modificó su tono y aseguró haberse puesto en contacto con los familiares de los detenidos “para conseguir su libertad inmediata y sin cargos”.
Descartada, la detención de una cuarta estudiante
Si bien por la tarde del lunes circularon las versiones de que una estudiante de la preparatoria 2 de Octubre, de nombre Diana Andrea, también habría sido detenida, por la noche, Víctor Morales, integrante de la Asamblea Universitaria, informó que la joven no había sido arrestada sino que no había podido ser localizada porque se encontraba dentro de las instalaciones de su escuela.
EL PEPO