El Fantasma no es cualquiera, es el número dos de todo México según los fanáticos, sólo superado por el Sonido Cóndor. Pero César Juárez es más querido, quizás porque viene del barrio, de Puebla, y a Puebla se debe.
El sonido de los bajos sale como llamas cuando César toma el micrófono y mueve las perillas de su consola. Fuego que sale escupido del suelo para alimentar el ritual de las parejas que saltan con furia. Brincan y pisan cada vez más fuerte, sin mirarse a los ojos. Ignorando que sudan y que jadean del esfuerzo bajo el impulso de la música.
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EL PEPO