«En esta semana que termina, tuve la oportunidad de ir al Congreso Mundial de Fotógrafos de Retrato con sede en Las Vegas, Nevada.
Fue una semana agitada, llena de fotos, de smartphones, de cables y mucha fiesta.
Los que decidimos ir solos, salimos con una decena de nuevos amigos que comparten las mismas locuras y manías con la cámara. Así que todo fluía en un ambiente relajado y un poco aspiracional.
De regreso en Puebla tengo una tarea muy difícil: Convertirme en la mejor fotógrafa que pueda ser. Pero vengo con más energía de la que tenía cuando tomé ese avión a la ciudad del pecado.