Pablo Neruda escribe, en su poema El vuelo, que aprendió de las aves “la sedienta esperanza, la certidumbre y la verdad del vuelo”. Como si hablara por la humanidad, construimos aviones para reproducir la habilidad que presentan las aves.
Lamentablemente, los pájaros no son amigos de los aviones.Constantemente retrasan vuelos y fallecen por el choque contra ventanas y motores, a veces llegando a causar accidentes. Este problema recibe el nombre del “ataque de los pájaros”, probablemente inspirado en la película de Alfred Hitchcock.
Los ingenieros han tratado de minimizar este problema utilizando altavoces, luces de bengala, perros y láseres pero, ¿qué tal utilizar ADN? A un grupo de investigadores australianos se les ocurrió una idea: si conocemos qué comen las aves que mueren en los aeropuertos, podremos eliminar esas fuentes de comida y, por tanto, reducir el número de pájaros que habitan en las inmediaciones.
Los investigadores recolectaron 77 cadáveres de pájaros en las pistas del aeropuerto de Perth, en Australia. Posteriormente, estudiaron su morfología para identificarlos y revisaron los restos de materia en sus intestinos para secuenciar toda la información genética ahí contenida, y así poder conocer qué alimentos consumieron. Gracias a esto, obtuvieron 151 mil secuencias de ADN con las que pudieron identificar varias especies de vertebrados, invertebrados y plantas, como ratones, saltamontes, y semillas de pasto, respectivamente.
De acuerdo a sus resultados, el plan es aplicar control de roedores e introducir otras especies de pastos. Otros aeropuertos australianos y estadounidenses buscan reproducir este estudio para poder mejorar las condiciones aeroportuarias y las de vida de las aves. Además, servirá para entender las condiciones ecológicas de algunas aves pues, por ejemplo, para el caso de la cacatúa colirroja (Calyptorhynchus banksii) que vive en Australia, poco se sabe sobre su dieta.
Así, secuenciar materia fecal de aves muertas podría hacerle un favor a otras aves, de las que tanto envidiamos su vuelo.
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Fuentes:
Nota fuente de Science, Artículo original.
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