René Torres Ruiz* | Prensa Ibero

Las elecciones a celebrase el próximo domingo 7 de julio en 14 entidades de la República siguen sin mostrar calidad en las propuestas. Lo que destaca son los ataques y las descalificaciones mutuas entre los distintos contendientes.

Gustavo Madero, líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), señaló hace unos días que los priistas tienen “un gran menú de mañas”, que están poniendo en práctica para ganar las elecciones en las distintas contiendas que se están desarrollando por estos días en distintas regiones del país. Buscan cooptar candidatos opositores, influir en las autoridades electorales, controlar medios de comunicación, fragmentar a la oposición y, lo más grave de todo, sacar ventaja de la pobreza y marginación en que viven millones de ciudadanos mexicanos para cooptarlos e inducir su voto, utilizando para ello los programas sociales federales (fundamentalmente Oportunidades y la Cruzada Nacional Contra el Hambre). El viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI) está de regreso, según Madero y sus acompañantes. Y quizá la razón les asiste, pero la pregunta sería, ¿qué están haciendo ellos para proponerse como una verdadera alternativa de gobierno?

Foto: EEF | Archivo Lado B

Por su lado, César Camacho, líder nacional del PRI, dice que las acusaciones de los panistas no son otra cosa que una muestra clara de la desesperación que les asiste, porque se saben derrotados de antemano. En esta misma tesitura, el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, aseguró que Madero recurre a las “descalificaciones y groserías” cuando se le “acaban las ideas”. Pero tampoco se ve que el PRI salga y nos diga a los ciudadanos: ¿qué proponen?, ¿por qué proponen lo que proponen?, ¿cómo lo piensan llevar a cabo?, ¿con qué recursos?, esto es, ¿cómo piensan gobernar para el bien de todos?

Lo preocupante es que así transcurren el tiempo y las campañas en aquellos estados donde un número importante de mexicanos deberá salir a las calles para elegir a sus representantes, estos estados son: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, y en todos ellos las propuestas brillan por su ausencia. Ya no faltan tantos días y los ciudadanos no saben a ciencia cierta que les ofrecen los candidatos y candidatas de todos los partidos políticos implicados en la lucha electoral.

Los enormes problemas y rázagos que se experimentan en las entidades en cuestión, como son la pobreza, la marginación, los deficientes sistemas de salud, la inoperancia de los sistemas educativos, la magra creación de empleos, la nula mejora en los salarios, en fin, todos los aspectos que de alguna manera pudiesen contribuir a la mejora en la calidad de vida de la ciudadanía, no parecieran importarles a los actores políticos, a los que buscan gobernar.

Los comicios en México siguen siendo escenarios de contiendas encarnizadas en donde lo que importa es descalificar a como dé lugar al oponente, para convertirlo ante los ojos de los votantes en la peor opción. No se trata de debatir, de discutir, de deliberar en torno a las ideas, —no para nuestros políticos—. Lo partidos políticos, los candidatos, no buscan en ningún momento construir alternativas de solución a las problemáticas nacionales, ni diseñar proyectos de país que les permita aparecer frente a la mirada expectante de los ciudadanos —deseosos de propuestas y soluciones— como la mejor alternativa de gobierno.

* Coordinador de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública. Los comentarios sólo expresan la opinión de su autor.