Lado B
Alicia en la casa que canta, una obra reciclada y remasterizada
Un viaje escénico sobre el clásico de Lewis Carroll
Por Lado B @ladobemx
12 de junio, 2013
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Josué Cantorán Viramontes

@josuedcv 

Estaba muy bien eso de «BÉBEME», pero Alicia era demasiado lista para dejarse embaucar tan fácilmente.

Cuando el primer grupo de 15 a 20 personas ingrese esta noche a las 19:30 horas a la Casa del Mendrugo a presenciar el montaje Alicia en la casa que canta, encontrará varias botellas recicladas, con la invitación a beberlas, colgadas desde el techo del vestíbulo de la casona colonial.

Bébeme. Foto: @josue

Bébeme. Foto: @josuedcv

El público deberá ser un poco más listo que Alicia si no desea comprimirse poco a poco y llegar al segundo escenario –formado por bolsas de plástico reutilizadas–, donde la pobre Alicia naufragará en el mar creado con sus propias lágrimas, para entrar después al resto de los espacios escénicos, donde habitan orugas, gatos sonrientes, reinas de corazones y duquesas.

Se trata de la obra teatral que producen en conjunto el Colectivo Tomate y Más Verde y cuyas escenografías están creadas en su mayoría de materiales reciclados y que invitan a la audiencia lo mismo a generar vínculos a través del juego y la risa, que a cuestionar sus prácticas de consumo y a suplirlas por otras más amables con el medio ambiente.

La obra, versión libre del texto clásico de Lewis Carroll, podrá disfrutarse, con un costo de 150 pesos, del 12 al 16 y del 19 al 23 de junio a partir de las 19:30 horas en la casa ubicada en la 4 Sur 304 del Centro Histórico, la cual dispuso la totalidad de su tercer piso –incluidos salones y terrazas– para reconstruir los siete escenarios de la pieza.

Lahabitacion

La habitación de la duquesa. Foto: @josuedcv

Además, no hace falta ser el primero en llegar, pues los asistentes irán pasando en grupos de entre 15 y 20 personas a hacer el recorrido. Cuando los primeros terminen la primera escena ingresará un nuevo grupo, y así sucesivamente.

Aunque se estima que el tiempo total del espectáculo sea de una hora con 15 minutos, esto dependerá de cada grupo, pues la obra está pensada para trabajarse de manera interactiva y la duración variará de su respuesta, pues si es de su agrado, los asistentes incluso podrán solicitar volver a presenciar una escena.

Una obra itinerante

El montaje de Alicia en la casa que canta fue presentado originalmente en 2010 en un inmueble conocido como Casa Corra ubicado cerca del barrio Analco, pero en esta ocasión se trata de una versión “reciclada” y “remasterizada”, pues algunos de los personajes que aparecieron en la versión original fueron eliminados, otros fueron agregados y varias de las escenas se modificaron.

“La primera vez se presentó en una vecindad en una zona distinta de la ciudad, tenía otro carácter el espacio, de una belleza distinta a la que de ahora”, explicó Paola de la Concha, integrante del Colectivo Tomate, en rueda de prensa para dar a conocer los detalles de esta nueva propuesta.

La idea es que el montaje pueda ocupar en el futuro otros espacios físicos para que llegue a nuevas audiencias. Asimismo, es de destacar que en esta ocasión se cuenta con el trabajo de al menos 20 actores en escena, músicos que tocarán en vivo piezas escritas especialmente para la obra.

Alicia ambientalista

La escenografía de todos los espacios de la obra están confeccionados con materiales reciclados: desde botellas reutilizadas, bolsas de plástico amontonadas en costales para crear colchonetas, y hasta vidrios rotos que recrean espacios del bosque.

El jardín de la reina. Foto: josuedcv

El jardín de la reina. Foto: josuedcv

Todo esto se debe a que, como explicó Tony Peregrina, de la organización Más Verde, uno de los objetivos de la obra es “fomentar prácticas de consumo sustentable y la cultura ambiental”.

Al recordar que en el estado de Puebla se generan 3 mil 500 toneladas diarias de basura, Peregrina indicó que es importante crear conciencia en los ciudadanos de que sus prácticas de consumo pueden cambiar y reducir en lo posible la generación de desechos.

Cabe señalar que los fondos que se obtengan de las entradas servirán para fomentar los proyectos que ambos colectivos realizan. Mientras Más Verde construirá “ecobancas” a partir de botellas de PET y empaques de productos alimenticios, el Colectivo Tomate está replicando su proyecto Ciudad Mural, que ya se realizó en el barrio de Xanenetla, pero ahora en la colonia Hércules, de Querétaro.

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