Seguimos con la entrega de una serie de fotografías sobre personas devotas de la Santa Muerte. Las personas aquí retratadas residen en Puebla y visitan diversos altares, iglesias y santuarios de la también llamada Niña Blanca.

Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Gabriel Aguilar – Dueño de una refaccionaria automotriz

Hoy es la misa de adviento en el  primer Santuario de la Santa Muerte que se encuentra en la nueve norte, en el centro de la capital poblana. Gabriel permanece cerca del padre mientras transcurre la celebración, es el padrino del Niño Jesús. Se trata de una figura de cerámica del tamaño de un bebé real, con piel morena y ojos azules que permanece en la mesa donde se da la comunión a los fieles.

La mamá de Gabriel fue devota de la Santa, pero se retiró del culto, guardó por aproximadamente cinco años un dije que luego regaló a su hijo, y con ello aumentó la devoción en él.

Los amigos y familia de Gabriel respetan su fe, la Santa en su casa está  a la vista, en un cuadro que adorna su comedor, además dedicó una habitación exclusiva para ella, para que la habite, allí están todas las figuras que ha comprado y le han regalado de diversos tamaños.

Recientemente puso un nicho afuera de su negocio ubicado en la 44 poniente y 15 norte que permanece en la pared entre autos, gente, sombrillas y autopartes

—Es una santa que mide más o menos 1.72 y le mandé a construir una vitrina con aluminio con el fin de que creciera la devoción en ella y creo que lo he logrado, pasa mucha gente y veo que se persigna, se hincan, le regalan dulces, un ramo de vez en cuando, hay quien le deja monedas.

Gabriel es un devoto que constantemente apoya el “1er Santuario de la Santa Muerte”. Este año con motivo del día de reyes, Gabriel también ha donado al santuario bicicletas que serán sorteadas en una rifa entre los niños que asisten.

Al final de la misa se para con el Niño en brazos frente a la mesa del padre, justo delante del altar donde hay varias Santas con sus guadañas, los fieles hacen una fila frente a él para, uno por uno, darle un beso al Niño Dios.

Los fieles de la Niña Blanca (I)

Foto: Marlene Martínez