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Lado b

A finales de 2012, Naciones Unidas estimaba que más de 2.5 millones de sirios habían abandonado sus hogares y alrededor de 400 mil se habían registrado como refugiados en los países vecinos, hoy en día se estima que la cifra es de 900 mil.

A pesar de haber tenido que abandonar sus hogares, la población sirios también enfrenta un grave problema en los campos de refugiados: pagar la renta. Miles de refugiados se ven obligados a pagar un alquiler por el terreno donde montan precarias tiendas de campaña en el Líbano

En un reportaje de Mónica G. Prieto, publicado en Periodismo Humano, narra la historia de Abu Khaled, quien  atravesó la frontera sirio-libanesa junto con su esposa y sus dos hijos, para dejar atrás su ciudad natal de Homs para buscar refugio en el Líbano ante la violencia de los enfrentamientos.

Abu Khaled y Abu Mohamed alinean las frágiles láminas de madera que servirán como soporte de sacos de tela vacíos y plásticos. A su alrededor, otros habitantes del campo de refugiados les ayudan a levantar la precaria vivienda o les ofrecen consejo. “En el Líbano, hay que pagar por todo”, explica Abu Mohamed, blandiendo el martillo con el que clava madera. “Cada seis meses, el dueño viene a cobrarnos el alquiler del terreno: 200.000 libras libanesas (200 euros). Aparte tenemos que pagar por los materiales para levantar las tiendas, el agua y la luz…”

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