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Lado B

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La violencia en Siria continúa, mientras los aliados de ambos bandos también continúan en las negociaciones para alcanzar sus metas. Rusia, China e Irán presuntamente han continuado con la venta de armas a las fuerzas de Bashar al Asaad; mientras tanto, los opositores al régimen han buscado en el resto de países que integran el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), respaldo para obtener mejor armamento, hecho que al parecer han conseguido con el acuerdo de coalición alcanzado este fin de semana, y que les permitiría obtener el reconocimiento internacional.

“El presidente elegido de la “oposición unificada” es el imán Ahmad Moaz Al-Khatib, de 52 años, un clérigo moderado apoyado por Arabia Saudí que presume de no estar vinculado a los Hermanos Musulmanes. Como vicepresidentes figurarán un empresario, Riad Sif, de 66 años, y una activista “laica” de 41 años, Souheir al-Atassi, vinculada a los movimientos opositores internos menos comprometidos con la lucha armada”, dio a conocer ABC.

Y es que con este nombramiento, podría pasar poco tiempo para que Estados Unidos logre un acuerdo y facilite armamento pesado a los rebeldes en Siria, hecho que contrastaría con las declaraciones que en meses pasados realizó este país acompañado por Francia y Gran Bretaña contra Rusia: “es obvio que la transferencia de armas en medio de una situación volátil y violenta es irresponsable y solo tiende a acrecentar el baño de sangre”, consideró Lyall Grant, embajador del Reino Unido ante las Naciones Unidas,  en enero de este año, luego que  un embarque de municiones arribara a Siria procedente de Rusia el 13 de enero, tras atracar en Chipre.

Sin embargo, la venta de armamento a Siria no sólo se ha hecho por los aliados al régimen de Bashar al Asaad, ya que en Julio de este año diversas ONG’s denunciaron a la sociedad Qosmos, con sede en París, por “proporcionar material de vigilancia utilizado por el régimen sirio para vigilar a la oposición y organizar la represión”.

Patrick Baudouin, miembro de la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH), dio a conocer estos hechos hace unos meses, ya que al parecer, en varias ocasiones anteriores ya se había cuestionado el papel de la empresa Qosmos en Siria, sospechando que llevaba años “facilitando al régimen sirio material electrónico de vigilancia necesario para llevar a cabo la represión de la oposición, tanto política como intelectual”.

Sin embargo, no sólo Qosmos forma parte de las sociedades francesas que tienen que ver con la venta de armas al régimen Sirio, Amnistía Internacional señaló a finales de 2011 que existía colaboración entre el grupo francés Thalès y la empresa rusa Rosoboronexport. Aymeric Elluin, responsable de la campaña “Armas e Impunidad” de Amnistía Internacional Francia, dio a conocer la firma de un contrato en el que la empresa francesa vendería cámaras térmicas, que luego serían utilizadas por la milicia Rusa en sus tanques: “mientras París intenta disuadir a Moscú de continuar proporcionando armas al régimen sirio, el grupo francés Thalès está vendiendo cámaras térmicas”.