Atrás quedaron los años en que Molotov fue una banda contestataria, que tenía cierto liderazgo por las letras de sus canciones irreverentes que cuestionaban al sistema político de los noventas y a la televisora de siempre.

Desde su primer álbum “Dónde Jugarán las Niñas” causaron polémica, empezando por la portada donde aparece una adolescente alumna de secundaria con la ropa interior debajo de las rodillas y ni qué decir de los temas: “Que no te haga bobo Jacobo”, “Chinga tu Madre”, “Voto Latino”, “Puto” y “Cerdo”, por nombrar a algunos.

Incitaba a los jóvenes de la llamada “Generación X” en México a cuestionar su entorno, expresar su molestia contra el sistema, tomando su rol como músicos roqueros que era el de incomodar a la sociedad mediante letras de canciones críticas.  Diría Bar Simpson, “antes eran más chéveres”, porque todo eso ya pasó.

Después de cantarle a Zabludovsky “le tiras pedradas a algunos partidos, enjuicias personas al aire y en vivo olvidas noticias sobre la guerrilla y todos los fraudes les cambias las cifras…” cambiaron a un simple “Changüich a la Chichona”. Antes cantaban estribillos como ese que dice “se acaba la vida, se acaba el agua, se acaba la selva y nadie hace nada. Se acaba la mentira, se pone más raro aquí no se respira si no tienes varo”, ahora corean simplezas en el lenguaje de la F.

Criticaron al carnal de las estrellas, que sólo quiere acostarse con ellas.  Ahora van con Carlos Loret a Primero Noticias y con Brozo a su noticiario “El Mañanero” a promocionar su álbum “De Rusia con Amor”. Algo realmente incoherente.

Después de terminar su contrato con la disquera, ir a Rusia y aparecer en el documental «Gimme The Power» de Olallo Rubio, la agrupación tendrá un nuevo álbum entre finales del 2012 y principios del 2013 y esperemos que no sea un síntoma más de que Molotov ya no es aquél grupo irreverente de los 90.