Foto: @giseleando.

México DF. La tarde de este lunes 31 de octubre en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México inició la Velada por la Paz y la Justicia; un destello en la oscuridad, «una noche para nombrar a nuestros muertos», según dijo Javier Sicilia,  y que se replica en decenas de ciudades en México y el mundo. El propósito de esta jornada global ciudadana es invitar a la reflexión y sobre todo al rescate de la memoria, a la reunión y al convivio entre los y las ciudadanas y a compartir las percepciones que de esta guerra se tiene frente a una celebración tan significativa para nuestro país como es el día de muertos.

En punto de las 6pm, con lo último de la tarde, el Ángel comenzó a lucir diferente. Ese vacío momentáneo y que rompe con la contidianidad anunciaba al espectador el inicio del ritual, de la velada. Las cruces comenzaron a llegar acompañadas de velas y de quienes en la mente piensan en sus muertos, en estos sus ahora 50 mil muertos, nuestros muertos.

Las y los ciudadanos se agruparon, tomaron la calle no con la indignación de una marcha contra la guerra sino con el peso de la ausencia. Cerca de las 9 de la noche inició una procesión silenciosa alrededor de la columna de la Independencia para luego dar paso a la ceremonia con un saludo a los cuatro puntos cardinales, al modo de ese saludo que, junto con los pueblos indígenas de Oaxaca, se realizó en el sitio sagrado de Monte Albán durante la Caravana Sur.

A siete meses de inicio de la movilización más grande contra la estrategia de guerra del Estado, se nombra a las víctimas, se les da voz, se cuentan sus historias y sus vidas.

Información de Cencos.