Periodismo de lo Posible
Durante 20 años, las y los vecinos El Salto y Juanacatlán, Jalisco, se organizaron para enfrentar la industria que contaminó su agua, su aire y su propio cuerpo. Ante la indiferencia del gobierno y la complicidad de las empresas, la comunidad se unió en el colectivo «Un Salto de Vida» que fue descubriendo las consecuencias de la industrialización: enfermedades graves como cáncer y problemas renales, la muerte de peces y el aumento de zancudos debido a la falta de depredadores naturales. La defensa del río Santiago se ha hecho a través de manifestaciones, recorridos por el río para documentar las descargas industriales y evidenciar los daños y la creación de un vivero comunitario que se convirtió en un refugio para la vida natural y un símbolo de esperanza. La comunidad sembró miles de árboles en un intento por regenerar su entorno y restaurar el ecosistema del río, desafiando los megaproyectos que siguen amenazando su tierra.
EL PEPO