Por Eduardo Chícharo / @lalocur_ (Instagram)
Fotografías cortesía Denisse Chávez Vallejo
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) de 2022, en México la población LGBTQI+ ronda los 5 millones de personas, mayores de 15 años, es decir, personas con una orientación sexual diversa: gays, lesbianas, bisexuales, pansexuales, demisexuales y otras, así como con una la identidad de género no normativa: transgénero o transexual, no binario, queer, género fluido, bigénero, entre otras -de acuerdo con la clasificación de la encuesta). Dicha población se encuentra en especial vulneración, como afirma la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien estima que al menos 6 de cada 10 personas de la comunidad han sufrido algún tipo de discriminación; mientras que, la mitad han sido objeto de algún incidente de violencia física.
La iniciativa Visible, plataforma que permite reportar incidentes de violencia y discriminación cometidos hacia esta población, denuncia que entre 2018 y 2023 se registraron al menos 2 mil 155 reportes de eventos violentos.
Para Denisse Chávez Vallejo estas cifras no son ajenas a su realidad cotidiana, por el contrario, han sido el común denominador en su vida como una mujer trans, desde que era una niña. Denisse recuerda “sentirse diferente”, pero no saber del todo qué pasaba con ella: “yo no sabía ni siquiera que era una mujer trans, solamente empecé a crecer y entendí que mi cuerpo estaba bien, pero que le faltaba algo”. Comenzó por explorar con el maquillaje y la ropa femenina, lo que le valió críticas y discriminación, hasta que “aprendí y me sentí identificada con la ropa femenina, con el maquillaje, con las pestañas, etcétera, entonces yo sabía que tenía que ser diferente porque yo me percibía diferente”, recuerda.
Decisiones familiares la llevaron a salir de su natal Oaxaca para ir a vivir con una tía al estado de Puebla cuando apenas era una adolescente. Después, en 2010, tuvo que migrar de nuevo, ahora al Distrito Federal.
Instalada en la ahora Ciudad de México Denisse comenzó a acudir a la oficina del Registro Civil para poder modificar su acta de nacimiento y reconocer legalmente su identidad de género y su nombre “comencé a investigar cómo cambiar mi nombre para ser yo”; para su sorpresa, el trámite apenas le tomó 7 días. Ella afirma que, a partir de entonces, “se convertía en otra persona” y todo aquello que lograra, lo haría bajo su identidad trans. Como si de un mantra se tratara, se repite constantemente: “Denisse Chávez Vallejo”, “Denisse Chávez, Denisse…”.
Además de la discriminación en función de su identidad, Denisse se ha enfrentado a la violencia política en razón de género, como resultado de su participación en actividades políticas, puntualmente, durante el proceso electoral de 2024, para el cual fue postulada como candidata a una curul por la vía plurinominal, bajo el cobijo del partido Movimiento Ciudadano.
En su trayectoria como activista para la defensa de los derechos de la comunidad LGBTIQ+, confiesa, siempre supo que “tenía que hacer algo más grande”, puesto que, los obstáculos con los que se encontró en su camino le hicieron ver que “puedes hacer mucho trabajo, pero existen personas que están más arriba, en cargos públicos, que pueden lograr hacer más cosas, incidir más, porque justamente tienen este cargo”.
“Yo decía es que yo dije que no quería el 100% de estar en la política, porque no quiero venderme con ningún partido, sin embargo, me dije a mí misma “si no lo hago tal vez nunca voy a poder hacer más cosas”. Entonces tomé la decisión y en noviembre del 2023 decido contender”.
Inscrita bajo las acciones afirmativas aprobadas por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral en sus acuerdos INE/CG572/2020, INE/CG18/2021 e INE/CG160/2021, Denisse buscó representar a las mujeres transgénero en la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados federal.
Tales acciones afirmativas buscan sortear la desigualdad de facto existente entre hombres y mujeres, aunque también refiere a las poblaciones y sectores históricamente excluidos y vulnerados, como lo es la población indígena, afromexicana o las personas con discapacidad, por mencionar algunas.
Desafortunadamente, en el caso de Denisse, la discriminación y la violencia política en razón de género se impusieron sobre sus aspiraciones políticas, impidiendo su inclusión dentro de los primeros puestos de la lista nacional presentada por Movimiento Ciudadano.
De acuerdo con Voto x la Igualdad Mx, las elecciones de 2024 fueron históricas, al tener un récord de mil 212 candidaturas LGBTQI+ registradas durante la contienda electoral. Esta cifra representa el 2.79% de las candidaturas del país. No obstante, Voto x la Igualdad Mx denunció haber documentado poco más de una decena de denuncias por usurpaciones de identidad de género. Esto quiere decir que personas que no pertenecen a esta población se inscribieron bajo la acción afirmativa conocida como “cuota arcoiris”, sin representar ninguna identidad de género o de la diversidad sexual, con el fin de ocupar algún espacio de representatividad política.
Al respecto, el Observatorio de Participación Política LGBTQI+ en las Américas y El Caribe, cuyo objetivo es promover, monitorear, evaluar y acompañar la participación política de las poblaciones para contribuir a la construcción de democracias más inclusivas, reconoce tres niveles sobre los que se suscriben los principales retos para la participación política de la población LGBTIQ+: el estructural, el institucional y el personal.
Sobre el nivel estructural destaca la discriminación basada en estereotipos de género; las expresiones de violencia en contra de la comunidad LGBTQI+, intensificadas por su participación política; así como la malgenerización de las identidades de género y las orientaciones sexuales.
En el nivel institucional, los retos incluyen la falta de un marco normativo para la plena participación LGBTQI+ en procesos electorales; la reticencia partidista a incluir candidaturas LGBTQI+ dentro de sus plataformas electorales y; la inequidad en la asignación presupuestaria para miembros de la comunidad.
En el nivel personal aparecen los desafíos de la falta de recursos humanos y/o financieros para participar en un proceso electoral; el miedo al acoso y las agresiones en función de la participación LGBTQI+; así como la falta de preparación para enfrentar un proceso electoral.
En el caso de Denisse, los niveles institucional y estructural influyeron decisivamente para impedir que ella pudiese ejercer sus derechos políticos electorales contenidos en la Declaración sobre Derechos Político Electorales de la Población LGBTTTIQA+ en el Continente Americano, así como, de la propia Constitución Mexicana. El derecho al voto activo y pasivo, el derecho a participar y militar en partidos políticos y, fundamentalmente, el derecho a una justicia electoral pronta y expedita.
A pesar de la discriminación vivida, Denisse no sufrió un incidente de violencia letal como sí lo hicieron otras personas LGBTQI+ en la contienda electoral 2024, no obstante, que durante el proceso de campañas electorales, se enfrentó a un incidente de seguridad que vulneró su seguridad y tranquilidad; el cual vincula con su candidatura a la diputación y su identidad de género:
Denisse relata que se encontraba a bordo de un taxi en Oaxaca, ella comenzó a notar que su conductor, a quien describe como una persona no originaria del estado por su acento, comenzó a tomar una ruta distinta a la que le llevaría a su destino: “Me dí cuenta que algo andaba mal cuando, en lugar de dar vuelta donde yo acostumbraba, siguió avanzando y siguió avanzando”.
Abrumada por la desesperación y el temor, pensó lo peor: “no sabía qué hacer, me puse muy nerviosa y yo pensaba que yo no iba a vivir, tal vez ya ni siquiera iba a regresar a mi casa”. Relata que en medio de esta escena, alcanzó a escuchar una grabación o audio que provenía del celular de la persona conductora: “Ya estoy detrás de ti”, fue la frase que Denisse escuchó.
“No sé qué habrá pasado por su mente, si hacer la jugada, a pesar de que ya había escuchado […] logré bajar y llegar a mis destino corriendo. Puse mis manos en la puerta y agradecí al universo que no haya muerto…”
Del total de mil 212 candidaturas LGBTQI+, 9 denunciaron incidentes de violencia y, particularmente, 2 de ellas resultaron en eventos letales para las personas candidatas, reconoce el Observatorio de Participación Política LGBTQI+. Durante el proceso de precampañas, dos mujeres trans, precandidatas a ocupar puestos de representación popular, fueron asesinadas por su activismo por los derechos LGBTQI+ y su participación política: Miriam Noemí Ríos, militante de Movimiento Ciudadano y aspirante a la regiduría de Jacona, Michoacán y; Samantha Fonseca, precandidata plurinominal del partido Morena al Senado de la República.
La violencia letal en contra de la comunidad, es la expresión más preocupante de la discriminación que las personas LGBTQI+ padecen cotidianamente. De acuerdo con Letra S, entre 2021 y 2023, la violencia lgbtfóbica en México le arrebató la vida a 231 personas. Éstas se distribuyeron de la siguiente manera: en 2021 hubo 78 homicidios de personas LGBT; para 2022 la cifra se elevó a 87 personas y; en el último año, el registro contabilizó 66 homicidios. En lo que llevamos del 2024, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT ha registrado un total de 87 homicidios de personas LGBTQI+.
Con dicho panorama de la violencia lgbtfóbica, además de su experiencia personal en la ciudad de Oaxaca, Denisse solicitó al partido Movimiento Ciudadano protección personal, siendo una de sus candidatas plurinominales a la Cámara de Diputados. La seguridad le fue otorgada por acuerdo del INE; con lo que Denisse tuvo una escolta de la Guardia Nacional durante el proceso electoral. Sin embargo, la protección personal le fue retirada luego de que Denisse dejó de ser candidata.
No obstante la seguridad brindada a través de la solicitud de su partido y del respaldo inicial que le dieron a su candidatura, Denisse relata que durante en el proceso electoral sufrió de violencia política en razón de género. Según explica, fue colocada –dentro de la lista nacional de candidaturas plurinominales-, en los últimos puestos, reduciendo sus posibilidades de obtener una curul. De tal forma que, al no obtener todos los espacios disponibles, resultado del porcentaje de votos nacionales que recibió Movimiento Ciudadano, Denisse quedó fuera.
Los puestos plurinominales, también llamados “legisladores de lista”, se eligen a través de una lista que elaboran los partidos con personas que pueden integrar el Poder Legislativo. Con base en dicha lista y en función del porcentaje de votos que reciben los partidos a nivel nacional, es que pueden ocuparse estos cargos.
Pese a lo anterior, durante el proceso electoral 2024, el partido Morena ocupó la mayoría de los espacios de representatividad. Y, si bien, Denisse se reconoce como “una víctima más de la llamada sobrerrepresentación legislativa” que el bloque mayoritario impuso sobre la Cámara de Diputados, también es cierto que si su partido la hubiera colocado en los primeros lugares de su lista, podría haber tenido mayores posibilidades de ocupar una curul.
Denisse inició un procedimiento de inconformidad ante la Comisión Nacional de Justicia Intrapartidaria de Movimiento Ciudadano, identificado con el expediente CNJI/066/2024; así como el Juicio para la Protección de los Derechos Político – Electorales de la Ciudadanía y Recursos de Apelación, resuelto en el expediente SUP-JDC-890/2024, en los cuales las autoridades electorales y el partido naranja le negaron la posibilidad de representar a la comunidad LGBTQI+ como diputada federal bajo la vía plurinominal.
“Me sentí invisibilizada”, advierte Denisse frente a la respuesta de las autoridades electorales y del partido que la invitó a contender.
La debilidad institucional, aunada al clima de violencia generalizada en contra de la comunidad LGBTQI+ y la persistente violencia política en razón de género, dificultan, a las personas de la diversidad sexogenérica la posibilidad de ocupar puestos de representación popular, como lo fue el caso de Denisse.
Al respecto, el Observatorio de Participación Política LGBTQI+ ha instado a los partidos políticos a fortalecer sus prácticas de reconocimiento de la diversidad y derechos humanos. También, los ha llamado a “garantizar el cumplimiento de estándares éticos en su compromiso por el reconocimiento de las diversidad sexual y de género, para el fortalecimiento de la democracia”.
Luego de un largo proceso, Denisse es clara en plantear sus exigencias. Demanda que, para el siguiente proceso electoral las listas plurinominales contengan nombres de personas LGBTQI+ y, ante todo, que se encuentren entre los primeros espacios, para que ni ella, ni ninguna otra mujer trans o persona de la comunidad le sea arrebatado su derecho a representar un cargo público.
Mientras esto pasa, afirma que logrará grandes cosas y aquí seguirá, “hasta que la dignidad se haga costumbre”.
* Este trabajo fue tercer lugar en la Segunda Edición del Concurso Universitario con Perspectiva de Género, convocado por Red Nacional de Periodistas, Comunicación e Información de la Mujer A.C (CIMAC) y CIMAC Radio
EL PEPO