Lado B
Racismo en los medios y el contraataque ARMY
Por Samantha Paéz @samantras
30 de enero, 2023
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La semana Koraboo, compañía mediática que comparte noticias de artistas de K-pop y celebridades coreanas, difundió que el conductor de televisión Pablo Motos (España) hizo un comentario racista y ofensivo contra uno de los integrantes de la banda BTS. No sólo deliberadamente Motos le cambió la nacionalidad a J-Hope, sino que lo llamó “friki” en un tono despectivo. 

Si después de leer estas líneas se siguen preguntando: ¿y eso qué? Déjenme decirles que tienen muuuuuy normalizado el racismo y lo peor, es que de esto se sirven ciertos comunicadores para discriminar a las personas no sólo en España, sino en todo el mundo, desde luego incluyendo a México.

Pero vayamos despacio, ¿por qué fue racista el comentario de Pablo Motos? En el Hormiguero se analizaba el atuendo de tres hombres famosos que habían usado falda, cuando se habló del cantante y rapero coreano Motos dijo: “Y el friki japonés, también muy bien’”. ¡No puede ser que en una frase tan corta haya tantas cosas mal! Primero, decir que todas las personas asiáticas son japonesas o chinas es como si a quienes vivimos en Latinoamérica nos dijeran colombianas o mexicanos, es decir, nuestra identidad e historia valen queque porque a alguien se le ocurre meternos a todes en la misma bolsa.

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Lo peor es que también utilizó un estereotipo bastante racista al insinuar que todos los japoneses son frikis o raros, repito es como si dijeran que en México toda la banda es floja. Al final tanto el japonés friki o el mexicano flojo son estereotipos repetidos hasta el cansancio y, me atrevería a decir, con una mirada colonialista. ¿De dónde viene que la gente japonesa es friki y la mexicana floja? 

Desafortunadamente los estereotipos, que son bastante negativos (sin no me creen les recomiendo este texto de mi tocaya Samantha Anaya), se usan de forma continua en medios de comunicación bajo el argumento de simplificar el mensaje, pero en realidad mantienen y replican un sistema de dominación. Un ejemplo de ello es mostrar siempre a las personas indígenas como trabajadoras del hogar y con poca educación, si bien han sido objeto de una discriminación histórica y sistémica que les impide en muchas ocasiones tener un trabajo digno o acceder a la educación, también tienen una lucha constante por mejorar sus propias condiciones de vida y eso no se visibiliza.

En cuanto al racismo contra personas asiáticas por parte de los medios, en México tenemos unos ejemplos bastante deshonrosos, como aquella columna escrita por Carlos Alazraki donde se burla de las personas chinas para hacer una crítica política. Ustedes podrían pensar que no pasa mucho si los medios replican el racismo, pero hay que recordar que las personas asiáticas han sido discriminadas desde hace mucho tiempo en nuestro país y esto llevó a una masacre en 1911 en contra de personas chinas. Así que no, el racismo no es un chiste, puede tener consecuencias graves.

Sin embargo, en el caso de J-Hope con lo que no contaba Pablo Motos es que tiene un ARMY (Adorable Representative M.C. for Youth, hasta hace poco me enteré que así se denominan las, les y los fans de BTS), que les apoyan, admiran y que no toleran ofensa alguna en su contra. Así que desde que se supo del comentario racista han exigido en redes sociales una disculpa pública por parte del conductor, el programa y el canal.

Además, han realizado otras acciones muy chidas e interesantes, como:

  • Mandar cartas masivas al programa y a la representación legal de BTS.
  • Calificar mal al programa de Google y dejar comentarios negativos, que evidencian el racismo y hasta misoginia de Pablo Motos. Hasta el momento la valoración ha bajado de 72% positivas al 28%.
  • Buscar de forma directa a patrocinadores del programa para evidenciar la actitud racista del conductor.
  • Actuar de forma coordinada y sistemática en redes sociales, no sólo en España, sino en el mundo.
  • Visibilizar el trabajo y los logros de quien fue objeto de violencia.

Con todo esto me pregunto: ¿qué pasaría si hubiera algo parecido al ARMY para actuar contra todos los conductores, medios de comunicación o periodistas xenófobos, racistas, misóginos y discriminantes? ¿Se imaginan cuántos cambios podríamos lograr así apoyáramos así a otras víctimas de misoginia o racismo? La neta, estaría muy chido, ¡hagámoslo!, no sólo nos quedemos pensando o comentando en redes, en verdad no toleremos ninguna clase de racismo.

  1. Si ustedes son de las personitas (en Puebla utilizamos el diminutivo para todo) que les interesa saber más, acá les dejo algunas recomendaciones, como XenofobiaCero, esta breve explicación del racismo en medios de comunicación y los consejos del Consultorio ético para periodistas de la Fundación Gabo.
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Autor Lado B
Samantha Paéz
Soy periodista y activista. Tengo especial interés en los temas de género y libertad de expresión. Dirigí por 3 años el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (OVIGEM). Formo parte de la Red Puebla de Periodistas. También escribo cuentos de ciencia ficción.
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