El Programa Piloto para la Incorporación a las Trabajadoras del Hogar a la Seguridad Social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) –que ordenó en 2019 la Suprema Corte de Justicia de la Nación—avanza en México cada vez más alejado de las condiciones de vida reales de la mayoría de las mujeres que se emplean en este sector.
Hasta mayo de 2021, el Programa había conseguido un total de 30 mil 296 personas incorporadas. Esta cifra incluye a trabajadoras, trabajadores, así como a sus familias o personas dependientes. Si bien esta es una cifra récord en México de incorporación de trabajadoras del hogar remuneradas a la seguridad social, en realidad representa apenas 1.2 por ciento de las 2.4 millones de personas que hasta 2019 se dedicaban a esta labor.
El perfil de este 1.2 por ciento de personas no refleja la generalidad de las trabajadoras del hogar más precarias de este país: mujeres, entre los 35 y 49 años de edad, que habitan en el Estado de México, ganan hasta un salario mínimo y se emplea con más de una familia o combina el trabajo del hogar con otra actividad económica.
En el Informe de resultados de la primera etapa que el IMSS entregó al Senado de la República reportó que el grupo de personas incorporadas a este Programa Piloto tiene características laborales distintas a la mayoría de quienes se emplean en el sector del trabajo doméstico en México.
El IMSS observó que el programa benefició más a personas adultas mayores, habitantes de la Ciudad de México y a una mayor proporción de hombres, sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que el trabajo del hogar en nuestro país se caracteriza por tener mayor presencia de mujeres, en edades de 35 a 49 años y que habitan en el Estado de México.
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Según el Inegi, en México 9 de cada 10 personas trabajadoras del hogar son mujeres, pero en la prueba piloto por cada 7 mujeres hay 3 hombres. Esta sobrerrepresentación masculina en el Programa se explica porque ellos tienen mejores condiciones de empleo. Por ejemplo, mientras que 4.7 por ciento de los hombres ocupados en el trabajo doméstico están en un rango de ingresos de tres salarios mínimos o más, únicamente 1.5 por ciento de las mujeres alcanzan en este nivel. De todas las mujeres ocupadas en el trabajo doméstico, 47 por ciento tiene percepciones de no más de un salario mínimo.
Otro ejemplo es la edad de las afiliadas. Hasta septiembre de 2020, las encuestas del Inegi reportaron que el rango de edad de las personas trabajadoras del hogar en México se concentró entre los 35 y 49 años, mientras que la distribución por rango de edad de las personas inscritas al Programa tendía a edades de entre 55 y 64 años.
Otra diferencia es la salarial. De acuerdo con el IMSS, el salario promedio diario asociado al Programa Piloto de Personas Trabajadoras del Hogar es de 208.7 pesos, lo equivalente a 6 mil 200 pesos mensuales. No obstante, de acuerdo con un reporte ejecutivo elaborado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), el salario mensual promedio para la población ocupada en el trabajo del hogar en el primer trimestre de 2019 fue igual a 3 mil 578.5 pesos.
Foto: Olga Valeria Hernández
El acceso de las trabajadoras al Programa Piloto con las condiciones más precarias se ha visto impedido por los requisitos que pide, entre ellos, ganar hasta un salario mínimo. A fin de reunir este ingreso, muchas trabajadoras que trabajan con más de una familia al mes se vieron orilladas a convencer y coordinar a sus diferentes patrones para que entre todos pagaran su seguridad social.
Si bien este fue uno de los principales obstáculos registrados en la primera etapa del Programa Piloto (como se consiga en el informe de resultados), para la segunda etapa el IMSS y el Senado proponen una estrategia que podría convertirse en Ley pero que dejaría fuera a las trabajadoras que tienen más de un empleador o que combinan actividades económicas entre sí.
La iniciativa propone incorporar de manera obligatoria a las trabajadoras del hogar a la seguridad social, sin embargo, estas modificaciones dejarían fuera a las mujeres que laboran menos de 20 horas al mes y ganan menos de un salario mínimo, quienes representan 47 por ciento del total de este personal.
La senadora por Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, explicó en entrevista con Cimacnoticias, que la Suprema Corte dio como plazo hasta abril pasado para que el congreso evaluara los resultados de la primera etapa del programa y luego, con base en ellos, reformara la Ley del Seguro Social. No obstante, el plazo venció y se cerró el periodo ordinario de sesiones sin que se discutiera ninguna reforma al respecto.
La senadora explicó que las y los integrantes de la Comisión de Previsión Social del Senado ya tuvieron una reunión con las y los funcionarios del IMSS encargados de este programa y ya presentó una iniciativa de ley que se discutirá en el próximo periodo de sesiones, que inicia en septiembre.
Uno de los cambios principales en esta iniciativa es que sea ahora el patrón quien inscriba y retenga las cuotas obrero patronales de la persona trabajadora, aún cuando ésta tenga más de un empleador. Para ello, el patrón puede no estar registrado ante el SAT y se simplificó el trámite en línea.
No obstante, para que una trabajadora pueda acceder a la cobertura total de un mes de aseguramiento, ésta debe cubrir al menos 20 días de trabajo y percibir un monto salarial equivalente a cuando menos un salario mínimo.
Esta limitante hace una diferencia grande entre las y los trabajadores, especialmente para las mujeres. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, de Inegi, reportó que al cuarto trimestre de 2019, 52.3 por ciento de las personas que realizan trabajo doméstico remunerado cumplen jornadas de trabajo de menos de 35 horas, esto equivale a 4.3 días a la semana, lo que representa apenas 17 días al mes.
De acuerdo con el Inegi, la proporción de hombres que trabajan más de 48 horas en el trabajo doméstico remunerado es más alta que el de las mujeres: 37.2 por ciento de los hombres cumplen jornadas de más de 48 horas por semana, mientras que 9.1% de las mujeres laboran 48 o más horas.
Según el reporte de la Conasami, 4.6 de cada 10 personas trabajadoras laboral hasta 3.45 días a la semana. Esto da como resultado, que un millón 84 mil 165 trabajadoras quedarán fuera del programa piloto por no poder laborar más de 13.8 horas al día.
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*Foto de portada: César Martínez López | CIMAC Noticias
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