Internet se ha convertido en una gran fuente de información. A unos cuantos clicks de distancias podemos acceder a miles de sitios de web con información y noticias para estar al tanto de manera rápida y casi instantánea de lo que sucede alrededor del mundo. En el actual contexto de la pandemia por el COVID-19, sin duda, Internet juega un papel fundamental.
Hace unos días, los Relatores para la libertad de expresión de la ONU y la CIDH, junto con el Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, señalaron que “la salud humana no solo depende del fácil acceso a la atención sanitaria. También depende del acceso a información precisa sobre la naturaleza de las amenazas y los medios para protegerse a sí mismo, a su familia y su comunidad”.
En ese sentido expresaron, entre otros puntos, que “el acceso a Internet es crítico en un momento de crisis” y su “preocupación de que la información falsa sobre la pandemia podría provocar preocupaciones en materia de salud, pánico y desorden”, llamando a gobiernos y empresas de Internet a tomar medidas para combatir la desinformación.
Y es que es cierto que gracias a la red, los datos están a nuestro alcance, sin embargo, como muchas cosas que circulan por esta, no toda la información que vemos o escuchamos es real o está verificada.
Por ejemplo, este fin de semana un personaje de la vida política de este país compartía a través de Twitter una presunta receta de tés que ayudaban a eliminar el coronavirus. La información fue desmentida y los tuit fueron eliminados por la propia plataforma al violar las políticas de la red social. ¿Pero cuánta más información similar está circulando en estos momentos a través de las redes sociales y los grupos de WhatsApp? Seguro más de una.
En este contexto, si bien se ha llamado a los gobiernos, medios de comunicación y personajes públicos a asumir con responsabilidad el compartir información verificada para no caer en las fake news y la desinformación, también es importante que nosotros como usuarios de las plataformas digitales contribuyamos a la depuración de la información y a reducir la propagación de información falsa o tergiversada.
Por lo anterior, aquí algunas recomendaciones que han planteado organizaciones, medios y especialistas para a seguir, antes de compartir ese video o ese enlace en el grupo familiar o de amigos:
Revisa la fuente de origen. Muchas veces nos dejamos guiar por el titular de una nota informativa sin revisar bien cuál es el origen y contenido de ésta. Por ello, verifica que venga de una fuente confiable o reconocida. De igual forma, revisa la fecha de la noticia y el contenido y los personajes que citan.
Busca otras fuentes. Si no estás seguro de la fuente de información, puedes verificar la noticias buscándola a través de Google o tu buscador de confianza. Si la noticia es real, seguro otros medios la estarán difundiendo.
Verifica la autenticidad de las fotografías. ¿Te llegó la foto de un presunto saqueo de algún supermercado cerca de tu casa? Google o aplicaciones como TinEye te pueden ayudar a rastrear el origen de esa fotografía y saber si es real. Quizá pueda ser que el suceso sí pasó, pero tiempo atrás o en otro lugar.
Consulta información en sitios reconocidos. Trata de que tu consumo informativo esté basado en medios y personajes confiables y reconocidos. Si tienes un periódico, portal o noticiero que habitualmente lees o escuchas, mantén esa rutina, no solo ayudará a evitar las noticias falsas, sino a mantenerte mejor informado. Igual puedes seguir proyectos que realizan verificación de información como Verificovid, que es una plataforma impulsada por los creadores de Verificado 19S.
Evita compartir cadenas y notas de voz. Si recibes una cadena, nota de voz o video por servicios de mensajería, evita compartirlos si no estás seguro de su autenticidad. A veces recibimos presuntos mensajes de personas que viven en otros lados y que “quieren alertar de riesgos”, sin embargo es muy difícil comprobar la veracidad de esa información, por lo que es mejor no compartirla y verificar los datos.
Si estás seguro de que la información es real y puede ayudar a otros a estar informados, compártela; si no, mejor detente. Ayudemos a aplanar la curva y romper la cadena de la desinformación. ¡Quédate en casa y no compartas fake news!
*Foto de portada: Olga Valeria Hernández