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San Rafael: ¿Cómo la cascada más alta de Ecuador desapareció repentinamente el 2 de febrero?
La cascada San Rafael era uno de los mayores atractivos turísticos de Ecuador. Esta caída de agua cambió su curso de la noche a la mañana
Por Lado B @ladobemx
23 de febrero, 2020
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Cascada San Rafael. Socavón en el Parque Cayambe Coca. Al fondo se alcanza a ver una de las nuevas caídas de agua. Foto: MAE Sucumbíos.

Socavón en el Parque Cayambe Coca. Al fondo se alcanza a ver una de las nuevas caídas de agua. / Foto: MAE Sucumbíos.

Antonio José Paz Cardona | Mongabay Latam

El pasado 2 de febrero algo muy extraño pasó en el Parque Cayambe Coca, en la Amazonía ecuatoriana. La emblemática cascada San Rafael, ubicada en el río Coca, entre las provincias de Napo y Sucumbíos, desapareció del lugar en el que se encontraba desde hace miles de años.

La caída de agua de 150 metros de altura —la más alta del país— dejó de acompañar el paisaje de esta importante zona turística y un enorme hueco apareció en el lecho del río, justo antes de la cascada original. Ahora el agua cae unos metros más atrás de esta, dividida en tres tramos y con una pendiente menos pronunciada. El río fluye debajo de un arco que sobrevivió al colapso del terreno, pero desde el lugar donde usualmente se le solía fotografiar no se ve nada, pareciera como si nunca hubiera existido.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de la provincia de Sucumbíos todavía tiene restringido el paso hacia San Rafael y el Ministerio del Ambiente (MAE) anunció que está haciendo estudios para determinar qué fue lo que ocurrió en el lugar. Los científicos ecuatorianos siguen sorprendidos, pues un evento como este no se recuerda en la historia reciente del país ni de Latinoamérica. ¿Qué pasó con San Rafael?, ¿se trata de un evento natural o está influenciado por actividades humanas?

Cascada San Rafael el 16 de marzo de 2006, 19 años después del gran sismo que sacudió la zona. / Foto: Alfredo Carrasco.

Una cascada de origen volcánico y sísmico

Alfredo Carrasco, geólogo, consultor en gestión y manejo de recursos naturales y exsubsecretario de Capital Natural del MAE, asegura que este es un evento fascinante. La cascada San Rafael no desapareció pero el río cambió su curso y el agua ahora cae por otro lugar, aguas arriba. Se encuentra en un área sísmica y volcánica, cerca del volcán Reventador —uno de los más activos del país y que tuvo su última erupción hace una década—, cuya lava formó la cascada hace miles de años.

Su formación ha sido de origen volcánico y también sedimentario, influenciado por fuertes sismos que aumentaban la erosión de las montañas. “Aquí se presentan muchos sismos bastante intensos. En marzo de 1987 se presentó uno muy fuerte que provocó un tremendo daño al oleoducto transecuatoriano que justamente pasa por allí. Ese año tuve la oportunidad de hacer la evaluación del impacto del sismo en esa zona. Se vieron inundaciones de hasta 20 metros por encima del nivel del valle por donde pasa el río”, recuerda.

Carrasco continúa analizando la formación de la cascada San Rafael y asegura que desde el mismo momento en que se produjo el represamiento natural del río, consecuencia de las erupciones volcánicas, también empezó, paralelamente, un proceso natural de erosión hídrica hacia la base de esa presa natural. “Es muy típico que por la energía de la caída del agua, esta misma se encargue de ir erosionando la base. Para mí, el fenómeno [el colapso de la cascada el 2 de febrero de 2020] es eminentemente de origen natural”, asegura.

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*Foto de portada: Alfredo Carrasco

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