Lado B
El periodismo que explica
Educar, entretener e informar, son las principales funciones de los medios masivos de comunicación. Claro que entre todos esos fines puede estar inscrito el tema de la manipulación
Por Susana Sánchez Sánchez @
11 de septiembre, 2016
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Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]E[/dropcap]ducar, entretener e informar, son las principales funciones de los medios masivos de comunicación. Claro que entre todos esos fines puede estar inscrito el tema de la manipulación (distorsionan la verdad y la justicia al servicio de intereses empresariales o particulares) siempre está en el aire y resulta difícil afirmar con los pelos de la burra en la mano que tal o tal medio de comunicación son manipuladores de las audiencias (los que se exponen a los medios de comunicación). Se suele decir que Televisa y Tv Azteca, por sus características de empresa monopólicas, lo que implica una alianza con grupos de poder (llámese Estado, partidos políticos, universidades, iglesias, etc.), son los principales en manipular, aunque en realidad todo medio de comunicación masivo podría estar, aunque en menor proporción, en esa probabilidad de ser quien manipule, desde cualquiera de sus objetivos: educativo, de entretenimiento o educativo.

Por ejemplo, cuando hay manifestaciones sociales como las marchas (de tendencia conservadora o liberal), ¿cómo nos narran los medios de comunicación esos hechos? ¿cómo nos construyen la realidad? Ahí los medios tradiciones y migrantes a las plataformas digitales todavía se quedan cortos, pues aún permanecen en la descripción. Nos cuentan que algo ocurrió y así se lavan las manos, nos hacen pensar que no se entrometen, que no tienen intereses de por medio y por eso son objetivos. ¿No están haciendo su chamba? Sí, pero les falta algo fundamental: la explicación, “ya que se trata de aclararle al destinatario de la información cuáles son las causas y las consecuencias de la aparición de esos hechos”. (Charaudeau, 2003: 86).

[pull_quote_right]Ahí los medios tradiciones y migrantes a las plataformas digitales todavía se quedan cortos, pues aún permanecen en la descripción. Nos cuentan que algo ocurrió y así se lavan las manos, nos hacen pensar que no se entrometen, que no tienen intereses de por medio y por eso son objetivos. ¿No están haciendo su chamba? Sí, pero les falta algo fundamental: la explicación.[/pull_quote_right]

En la práctica cotidiana, sin embargo, el compromiso social de la información mediática no siempre se logra, pues los medios de comunicación no son entes aislados e independientes, sino que se formal como un soporte institucional por su carácter de empresa mediática (económico), de calidad y difusión de contenidos (tecnológico)  y por su servicio a la democracia ciudadana (simbólico). Ante estas características, los medios coexisten con otras instituciones, tales como las estatales, económicas, religiosas, educativas o culturales, con quienes suele intercambiar intereses políticos o económicos que repercuten directamente en los modos de servir o aniquilar la democracia ciudadana a través de la información.

Pocos son los medios tradicionales, con todo y sus redes sociales, que se dan a la tarea de explicar; aunque  afortunadamente algunos medios masivos de comunicación nacidos digitales han recuperado las dos tareas fundamentales del periodismo: la descripción y la explicación, sin dejar de ser objetivos, pues se han dado tiempo de investigar… Me parece que por nuestro bien como públicos tendríamos que apoyar a eso tipo de medios, compartirlos  y difundirlos,  si es que aspiramos a tener una mejor información, educación y entretenimiento. El periodismo que describe y explique siempre irá de la mano de la democracia, y eso, en países como México, es un paraíso.


Charaudeau, Patrick (2003). El discurso de la información. La construcción del espejo social. España: Gedisa.

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