Lado B
La estética de Metronomy
Cuando escuché a Metronomy todo me pareció pasajero, pensé que esos clichés en el teclado se asemejaban a una buena click flick que pronto olvidaría, y que el hype que desbordaba la banda se quedaría en eso, en una moda del 2011, pero me equivoqué. Cinco años más tarde lo único que podemos notar de estos ingleses es su fina estética para hacer música.
Por Diana Edith Gómez @tras_lucido
30 de agosto, 2016
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Diana Gómez

@dianaegomez

[dropcap]C[/dropcap]uando escuché a Metronomy todo me pareció pasajero, pensé que esos clichés en el teclado se asemejaban a una buena click flick que pronto olvidaría, y que el hype que desbordaba la banda se quedaría en eso, en una moda del 2011, pero me equivoqué. Cinco años más tarde lo único que podemos notar de estos ingleses es su fina estética para hacer música.

Hay dos zonas en las que se mueve Metronomy: la primera es la electrónica, que se manifiesta desde sus inicios más académicos y puristas; y del otro lado está el pop publicista, lleno de repeticiones que les permiten introducirse en cualquier sitio de este planeta.

Sus referencias van desde bandas emblemáticas como Kraftwerk, hasta composiciones de Brintney Spears, y es justo en este contraste donde la magia de este grupo se manifiesta.En su trabajo rompen la regla de que si algo suena fácil es que está hecho sin alma detrás, sin contexto ni demasiada reflexión, pues para ellos hacer cada disco que se mece entre el pop y las consolas, significa hacer literatura y física.

En 2006 sacaron Pip Paine, un trabajo discográfico sin voces, que se centraba más en hacer música electrónica con bases conservadoras que se manoseaban con su complejidad y su experimentación. Si escuchamos este álbum en este año, entenderemos muchos esqueletos del Metronomy del 2016.

Poco tiempo después salió English Riviera, y llegó el boom. Un trabajo en el cual ya se escuchaban voces y su publicidad era impresionante, pero lo que realmente resaltaba era ese magnífico bajo.

No es que se tratara de un mal disco, pero era tan fabuloso que todos creíamos que ni ellos mismos podrían superarse. Este álbum lo escuchamos muchos en vivo en Cholula, en un tiempo en el que la música internacional y ese peculiar lugar parecían un matrimonio joven con un imán muy fuerte entre ellos.

Hoy sacan Summer 08, y el resultado se dirige a sonidos inteligentes, melancólicos, poperos y llenos de publicidad.

Metronomy es una institución, hasta cierto punto “millenial”, que nos enseña cómo llegar a esta generación con  una estética musical que se agradece y que refleja la belleza orgánica en los sonidos. Una banda que todos los que viven en este año deben escuchar.

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Autor Lado B
Diana Edith Gómez
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