La reforma no fue aprobada por una circunstancia política y una económica, e incluso una circunstancia social, con políticas antiinmigrantes que están imponiéndose en la narrativa de los partidos políticos a nivel internacional, considera experto de la Ibero
El bloqueo del Tribunal Supremo de Estados Unidos que mantendrá congelada la reforma de inmigración del presidente Barack Obama era de esperarse, consideró el doctor Javier Urbano Reyes, coordinador de la Maestría en Estudios sobre Migración de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Para el investigador del Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero, en la decisión de bloqueo no hay ninguna sorpresa, pues era imposible aprobar la reforma a unas cuantas semanas de que Barack Obama deje la presidencia de Estados Unidos, hecho que le restó todo poder de negociación e incidencia.
[pull_quote_right]Muchas personas van a volver deportadas o van a regresar a México voluntariamente, lo harán con sus hijos, y con una serie de pendientes para los cuales la política pública debería estar preparando algún tipo de acción de desarrollo local[/pull_quote_right]
Como un segundo punto que explica el bloqueo a la reforma de Obama, el académico mencionó la existencia de un Congreso dividido, en términos del dominio del Partido Republicano. “La reforma inevitablemente tenía que pasar por la aprobación del Partido Republicano, y desde luego esto no iba a suceder”.
Y en tercer lugar, la propuesta de Obama fue bloqueada porque Estados Unidos no pasa por un momento afortunado de crecimiento económico. Por tanto, la reforma no fue aprobada por una circunstancia política y una económica, e incluso una circunstancia social, con políticas antiinmigrantes que están imponiéndose en la narrativa de los partidos políticos a nivel internacional.
Esas tres circunstancias hacían desde el principio inviable cualquier iniciativa, y en ese sentido no hay sorpresas. Lo que sí habría resultado inédito es que se hubieran aprobado las iniciativas de ampliación y generalización, en Estados Unidos, de las políticas de expulsión diferida: la DACA, correspondiente a los jóvenes que están sin documentos en niveles educativos arriba de la preparatoria, y la DAPA, relativa a los padres de esos muchachos.
Respecto a México, el internacionalista opinó que el gobierno debió haberse preparado desde hace más de un año para esa decisión, porque gran parte de las consecuencias es que se van a radicalizar los operativos relacionados con los aseguramientos de inmigrantes en Estados Unidos.
[quote_left]»Nuevos esfuerzos a favor de los migrantes en Estados Unidos podrían tenerse en el próximo mandato en la Casa Blanca, si es Hilary Clinton la siguiente presidenta»[/quote_left]
Ante una esperada tendencia creciente en las deportaciones, y por ende, de retornos hacia las zonas de origen de muchos trabajadores inmigrantes, Urbano dijo: “Habría que estar alerta en que estas personas, muchas de las cuales van a volver deportadas o van a regresar a México voluntariamente, lo harán con sus hijos, y con una serie de pendientes para los cuales la política pública debería estar en estos momentos preparando algún tipo de acción de desarrollo local”.
No obstante el panorama actual, el doctor Urbano Reyes cree que nuevos esfuerzos a favor de los migrantes en Estados Unidos podrían tenerse en el próximo mandato en la Casa Blanca, si es Hilary Clinton la siguiente presidenta.
Si ese fuera el contexto, dadas las declaraciones de Hilary Clinton en términos de su apoyo a procesos migratorios más humanos, se esperaría que se vuelva a acometer un nuevo esfuerzo el próximo año con esta mujer en la Presidencia.
No obstante, también hay expectativa de cómo queda el Congreso estadounidense en términos de mayorías. Si hubiera mayoría del Partido Demócrata evidentemente se allanaría el camino para iniciar algún esfuerzo por recuperar la iniciativa de Barack Obama.