Lado B
La burocracia hecha libro hecho arte, por Marcela Armas
Vórtice de alguna manera cuestiona el carácter político del libro de texto gratuito, ese que ha pretendido implantar una sola historia a la infancia mexicana aunque provenga de y se desenvuelva en contextos distintos
Por Josué Cantorán @josuedcv
02 de septiembre, 2014
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Foto: Mayra Guarneros

Foto: Mayra Guarneros

Josué Cantorán Viramontes

@josuedcv

En febrero de 2006, cuando el panista Vicente Fox aún encabezaba la Presidencia de la República pero la carrera por su sucesión ya había comenzado, un decreto presidencial obligó a todas las dependencias federales a donar todo su archivo muerto, de manera gratuita, a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.

Pocos lo saben, pero desde entonces, y tras una renovación de ese acuerdo publicada en septiembre de 2011, los libros de texto gratuito con que estudian los niños mexicanos de primaria de todos los estados del país, acudan a instituciones públicas o privadas, están impresos en las hojas recicladas de la burocracia nacional.

[quote_box_right]Para la artista, además de un trabajo de investigación que devino en un producto estético tan interesante como su máquina de engranes, Vórtice representa también un cuestionamiento al carácter político del libro de texto gratuito, ese que ha pretendido implantar una sola historia y una sola visión del conocimiento a todos los niños mexicanos aunque provengan de y se desenvuelvan en contextos distintos.[/quote_box_right]

Si lo vemos de manera metafórica lo entenderíamos así: esos libros, los que traen en sus portadas imágenes de la patria o Miguel Hidalgo o, en el mejor de los casos, reproducciones de las obras muralísticas de hace cien años, llevan en su código genético los registros de toda la información que la PGR, la Semarnat o la Secretaría de Gobernación federal quisieron desechar.

Ese interesante y poco conocido proceso fue estudiado minuciosamente por la artista duranguense Marcela Armas, lo que desencadenó finalmente en su proyecto Vórtice, que consta de dos partes.

La primera se materializa en un documental de 13 minutos en el que se registra todo el proceso que sufrió el archivo muerto –es decir, toda la papelería de más de cinco años de antigüedad que carece de relevancia– hasta convertirse en un libro de texto gratuito: desde la llegada del papel al Archivo General de la Nación, donde se le resguarda, luego su trituración, su blanqueado, hasta culminar con su formación e impresión en nuevos libros.

Pero ese documental no está hecho a manera de reportaje donde una voz narrativa va explicando cada detalle, es más bien un documento audiovisual en el que una cámara silenciosa observa cuidadosamente cada parte del proceso, sin decir nada.

Vórtice from dalia huerta cano on Vimeo.

La segunda parte consistió en la construcción de una máquina de engranajes colocados en tres espirales que forman un vórtice.

Lo curioso, además del aspecto visual de la pieza, es que cada engranaje está hecho de páginas comprimidas de libros de texto gratuito originales desde la década de los 60 a la fecha, que fueron recuperados por la artista.

–Lo que hizo Marcela es que, siguiendo toda esta investigación, crea un proceso de transformación matérica, de burocracia a papel lavado, a otra vez libro, y eso de alguna forma es poner un paso más a esa transformación y lo que decidió fue construir esa máquina en la que los libros se transforman en engranes que efectivamente funcionan y trabajan –explica en rueda de prensa Alejandra Labastida, curadora del proyecto Por amor a la disidencia.

Vórtice (Vortex) from Marcela Armas on Vimeo.

Por amor a la disidencia es un proyecto de arte contemporáneo del que participan cuatro artistas y curado por Alejandra Labastida y Cecilia Delgado en colaboración entre el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM y el Museo Amparo, donde actualmente y hasta el 3 de noviembre se exhibe la pieza de Marcela Armas.

Para la artista, además de un trabajo de investigación que devino en un producto estético tan interesante como su máquina de engranes, Vórtice representa también un cuestionamiento al carácter político del libro de texto gratuito, ese que ha pretendido implantar una sola historia y una sola visión del conocimiento a todos los niños mexicanos aunque provengan de y se desenvuelvan en contextos distintos.

Foto: Cortesía

Foto: Cortesía

–En todo caso quizá algunas de las preguntas que podrían surgir a partir del proyecto –explica Armas– podrían señalar la problematización de lo que ha significado a lo largo de la historia que tengamos un libro único, no porque sea malo que tengamos un libro gratuito, creo que ésa ha sido de las cosas de las que la sociedad y el país se ha sentido orgullosa, de tener este recurso, pero sí quizá no deberíamos quedarnos en esa sensación de conformidad. ¿Qué pasa con un instrumento de enseñanza que es único y que está compilando una visión unívoca de las cosas?

Y habría que cuestionar también, exhorta la artista, si esos libros de la SEP que todos leímos fueron en realidad tan gratuitos, pues, en todo caso, se pagaron con el erario público con el que todos los mexicanos contribuyen.

–Es un libro gratuito porque llega a los niños de manera gratuita pero en realidad nos cuesta –dice la artista para finalizar.

Por amor a la disidencia se expone en el Museo Amparo (2 sur 708) hasta el 3 de noviembre.

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Josué Cantorán
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