La vida es como una rueda de la fortuna, a veces estamos arriba y a veces estamos abajo». El 22 de julio el Gobernador de Puebla estaba en lo más alto de la fortuna al presumir que Puebla ahora tiene el récord Guinness de la Noria itinerante más alta del mundo (80 metros de altura). Una semana después, además de que el nuevo juguete tuvo fallas, el CONEVAL, que mide la pobreza en México, comunicó sus resultados del 2010.
Aunque no son las cifras al día (2013) y todavía debemos esperar los resultados de la siguiente medición del CONEVAL para evaluar el gobierno de Moreno Valle, las siguientes cifras dejan claro que parte importante del enfoque de las políticas públicas para Puebla debería estar dirigido a enfrentar la pobreza:
Y luego nos preguntamos por qué ha incrementado tanto la violencia en la capital. 3,8 millones de personas se subieron a la Rueda de la Fortuna cuando esta se descompuso; están permanentemente en la parte de abajo.
Me pueden decir contreras, pero yo no estaba en contra del proyecto de la Estrella de Puebla, siempre y cuando estuviera más cerca del Centro Histórico y fuera transparente, y dejando eso a un lado tengo otras preguntas:
Si esta rueda va a recuperar la inversión en 13 o 20 años, ¿dónde está el negocio para el Gobierno y para los poblanos? ¿Cuántos empleos va a generar este proyecto para aumentar la riqueza de los poblanos? Si esta Rueda es itinerante, ¿planean quitarla cuando se recupere la inversión o cuando se den cuenta de que no fue redituable? ¿Cómo le hará la Rueda de la Fortuna para retener un día más a los turistas que vienen de paso? ¿Se va a descomponer cada vez que se suban?
En Guadalajara acaban de inaugurar una Rueda de la Fortuna un poco más pequeña que la de Puebla, la diferencia es que ésta costó 140 millones de pesos, es patrocinada en gran parte por Pepsi y planea recuperar la inversión en 2 años. En pocas palabras, su operación y objetivos están más claros.
El símbolo del Morenovallismo es opaco, a nadie le queda claro por qué 400 millones de pesos. Nadie tiene la certeza de cómo será administrada y por cuánto tiempo. Si tengo la oportunidad, porque las ganas me faltan, subiré a comprobar si la vista amerita la inversión.
Mientras las cosas sean así, Puebla no cambiará sus cifras de pobreza, ojalá el Gobernador se quedara un rato sentado en la parte baja de la Rueda de la Fortuna, nada más para saber cómo se siente estar tanto tiempo abajo.
* Ciudadano poblano por nacimiento, crecimiento y convicción. Mi profesión es la vinculación.
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EL PEPO