Una marcha que al inicio aglutinaba a poco más de 50 personas se fue haciendo grande hasta ocupar más de una calle completa del Centro Histórico de la ciudad. Los que protestaban iban sumando integrantes conforme avanzaban y recibieron apoyo desde los balcones, de comerciantes e incluso de automovilistas que tocaban el claxon en señal de apoyo. La marcha tenía un objetivo: protestar contra el candidato a presidente del PRI, Enrique Peña Nieto.
A las 12 del día los muchachos aún estaban terminando su pancartas, otros aguardaban cerca de ellos en espera de que más personas se sumaran y alguien informara sobre el itinerario de la marcha pero eso no ocurrió, sólo de pronto unos cuantos dijeron “vamos a dar una vuelta al zócalo” y arrancó la protesta. En la rápida vuelta a la plaza pública otros se sumaron y con un contingente ya más numeroso se enfilaron hacia la 3 Oriente.
“¡Que no te eduque la Rosa de Guadalupe!”, fue una de las primeras consignas y una de las más recientes creaciones de los que protestan contra Peña Nieto y Televisa. En el contingente había de todo, niños a pie, otros cargados en brazos, adultos, adolescentes y los jóvenes que eran el grueso. Los empleados de los restaurantes y de las ópticas salían a ver la marcha y tomar fotos con sus teléfonos.
“¡Gaviota, Gaviota , tu esposo es un idiota!”, gritaban conforme avanzaban a la 11 Sur y muchos de los que miraban en la acera sonreían cuando escuchaban la consigna. Algunos ciclistas se iban sumando a la marcha. Otros por twitter, preguntaban hacia dónde se dirigían los marchantes, pero nadie sabía. De cerca, los seguían los vigilantes del gobierno.
“¡Detrás del copetón, está el pinche pelón!”, al llegar a la 7 Sur el contingente ya era tan largo como una cuadra, los gritos se oían más fuertes, y eso animaba más a los participantes. Un niño portaba un cartel de un asunto que comienza a cobrar más fuerza en la calle, en las casas, en restaurantes: “Da un voto útil, di no al PRI”.
“¡No queremos vales, queremos hospitales!”. Iban llegando al cruce a la 11 Sur y detuvieron el tráfico vehicular. En la parte trasera del contingente dos jóvenes portaban una pancarta: “Disculpe las molestias, estamos renovando a nuestro país”. Pronto la marcha llegó a la 11 Sur y la Reforma, donde se encontraron con otra manifestación, pero esta a favor de López Obrador. Intercambiaron aplausos y consignas. “¡Únanse, únanse!”, pedía los de la antiepn. Los contingentes, no se unieron pero los proamlo siguieron sobre la 11 Sur a los que habían salido del zócalo.
“¡No le creo a Televisa!”, seguían gritando y contrario a los que ocurre en la mayoría de las manifestaciones en las calles, los automovilistas y los choferes del transporte público tocaban el claxon en señal de apoyo, esta vez no fueron mentadas de madre. Algunos que esperaban al camión en esa transitada avenida aplaudían a los manifestantes, otros simplemente los miraban pasar.
“¡Enrique, entiende, el pueblo no te quiere!” el bloque dio vuelta en la 10 Oriente y de nuevo se encontraron con comerciantes, que también tomaban fotos de los cárteles, y recibían propaganda contra el candidato priísta, atrás venían los proamlo. El calor arreciaba.
“¡El que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña!”, la juventud retaba al calor mientras brincaban y el ánimo arrancaba sonrisas de los que los veían pasar, algunos niños se asomaban por las ventanas para aplaudir desde casas con lonas de propaganda priísta. En la 2 Sur, los proamlo dieron vuelta y los antiepn siguieron sobre la 10 Oriente, otra vez la confusión nadie sabía a dónde se dirigía el contingente que seguía gritando.
“¡Soy ciudadano, no soy acarreado!”. Cuando el contingente se acercaba al Boulevard 5 de Mayo se vivió un poco de tensión, detrás había un camión del transporte público queriendo pasar por donde no se podía, delante, el tráfico intenso del cruce vehicular, pero llegaron patrullas de Tránsito y facilitaron la situación.
“¡Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar!”, cantaban los manifestantes que al avanzar sobre el Boulevard eran apoyados por los automovilistas, de algunos autos incluso algunas personas bajaron para sumarse al contingente que ya ocupaba todo el ancho de la vialidad.
“¡Libro, mata copete, libro mata copete!”. Los manifestantes se acercaban a los automovilistas que circulaban en sentido contrario y recibían apoyo era el climax de la marcha, de algunos autos la gente se asomaba para aplaudir, aplausos que eran oxigeno para los marchantes que ya sudaban. A la altura del Centro de Convenciones más gente se unía a la marcha, más gritos de apoyo se escucharon cuando se encontraron con una caravana de automovilistas proamlo. Mucha gente desde las aceras aplaudía.
“¡Es el PRI de Marín, es el PAN de Fecal!”, seguía la manifestación tras ese lapso emocionante del encuentro con los automovilistas. Y otros más se sumaron cuando el contingente dio vuelta en la 7 Poniente. Muchas personas que curioseaban en el callejón de Los Sapos se detuvieron a ver pasar a los manifestantes.
“¡Debajo del copete, hay un pinche ojete!”. Conforme la marcha regresaba al corazón del centro de la ciudad, el contingente se hacía más largo. Un grupo de extranjeros que miraba pasar la manifestación tomó algunos volantes y pancartas y apoyaba, en su idioma a la manifestación, pero muy probablemente no sabían de qué iba la cosa. Dieron vuelta en la 16 de Septiembre y avanzaron hacia el zócalo donde se toparon con una manifestación de la 28 de Octubre conmemorando el Halconazo, y otra manifestación proamlo. Los manifestantes ingresaron a la plancha del zócalo para descansar. Así culminó una manifestación que comenzó con apenas 50.