Lado B
Sam se fue siendo una reina
Samantha Rosales fue asesinada en Atlixco, donde en menos de una década ha habido al menos 6 crímenes de odio por homofobia y transfobia, calculan activistas. La Fiscalía anunció que el caso será investigado como feminicidio
Por Sam Nolasco @aguunda
31 de agosto, 2020
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Amigos y familiares recuerdan a Sam como una persona tranquila y amorosa que desde 2014 comenzó a involucrarse activamente en colectivos LGBTTTI y a participar en concursos de belleza en Atlixco, Puebla. Ella fue asesinada la madrugada del jueves 20 de agosto mientras viajaba en una motocicleta.

La vialidad en la que Samantha Rosales fue atropellada es una de las más amplias que tiene el municipio de Atlixco, ubicado a 31 km de distancia del centro de Puebla. Esta avenida cuenta con el carril de alta velocidad y un acotamiento que se habilitó como ciclovía. En un video de vigilancia de un negocio cercano que captó el momento del incidente, se muestra que Samantha cayó en el acotamiento y se golpeó el rostro, mientras que el mismo auto Tsuru que la impactó pasa sobre ella, momento en el que su acompañante se da a la fuga.

Santiago Alfonso Rosales Barrios, era su nombre civil, tenía 23 años, era administradora de profesión, egresó de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP) y estaba en proceso de titulación. Sin embargo, desde hace más de un año y medio Santiago decidió hacer su transición definitiva a Samantha, ya que se asumía a sí misma como una mujer trans.

“Acá en Puebla es un tanto difícil hacer esos cambios, normalmente quienes los han podido realizar se van a la Ciudad de México”, dice Ángel Cervantes, integrante del Comité Orgullo Atlixco y amigo de Samantha, con quien organizaba la marcha de la diversidad sexual en ese municipio desde hace 7 años.

“Samantha era una pieza fundamental del Comité, fue una activista que apoyaba en la visibilidad de todo lo que es colectivo LGBT. Ella inició en el año 2014 [nombrándose] como chica travesti, nunca trató de esconderse, pasó a [asumirse] ser una chica trans y en la sociedad ella era una chica muy bien aceptada, porque era una persona demasiado tranquila”, describió Ángel, quien ayudó a Sam a llegar a competencias de belleza a nivel estatal.

Ángel es organizador de certámenes de belleza LGBTTTI desde 2012, en los que han participado más de 40 modelos, realizó su primera competencia en 2013 y la última en 2017, año en que Samantha recibió su corona como reina de Atlixco. 

Los concursos de belleza LGBTTTI en Atlixco se habían suspendido, en 2018 y 2019 por los sismos y en 2020 por la contingencia sanitaria. Con el título de Nuestra Belleza Atlixco 2017, Sam no pudo pasar la estafeta de reina a nadie más. 

“Ella no pudo entregar la corona, me sucedió lo mismo en 2015 con Roxana Martínez, la dejaron en el zócalo de Atlixco sentada en una banca [después de asesinarla], llevo dos reinas que se fueron”, relató Ángel.

“En menos de una década en [Atlixco] una población que tiene menos de 120 mil habitantes, mínimo hemos tenido de 6 a 8 crímenes de odio, y que eran personas de nuestro colectivo. Hay un algo que no le gusta a estas personas [los victimarios], pero no sé porqué arrebatar la vida, no me lo explicó”, dijo conmocionado Ángel, amigo de Samantha, a nueve días de saber sobre el crimen de odio y de haber reconocido el cuerpo.

Foto: Olga Valeria Hernández

Al respecto Onán Vázquez de la organización Vida Plena Puebla, destacó el aumento de los crímenes de odio en la entidad. “En estos últimos meses se han presentado por lo menos tres crímenes de odio en el estado. Además de Sam, también hubo dos ataques en donde tuvieron la intención de matar a estas dos personas, uno en Tehuacán y otro en la ciudad de Puebla”, recordó.

Del año 2014 a mayo de 2020 en Puebla han habido 18 casos según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBTTTI en México. El estudio documenta que en la mayoría de las veces estos crímenes se cometen en las casas de la víctimas, y quienes los padecen más son las mujeres trans con 44.5% de las veces, seguidas de los hombres afeminados con un 40.7% de los 209 casos registrados en 10 entidades del país.

“Mientras que en vida el Estado sigue negándoles el derecho a la identidad, a no modificar el código civil para que las personas transgénero puedan modificar su acta de nacimiento y posteriormente todos sus documentos. Es indignante que solamente cuando ya las han asesinado con tanta saña les reconozcan su identidad”, insistió Onán, respecto a que la Fiscalía dijo que investigará el caso como feminicidio.

Antes y después del caso de Sam, Ángel Cervantes también mencionó que su comunidad ya salía a las calles con miedo, luego de los recientes casos como el de una persona de 32 años que fue baleada en el municipio de Tehuacán, Puebla, presumiblemente con dolo por su orientación sexual.

Ángel destacó que el promedio de vida de los integrantes del colectivo LGBTTTI en Atlixco ronda los 30 años. “Si eres persona trans no llegas a los 35 años, si eres travesti no llegas a los 50. Lo que se necesita es que nosotros como seres humanos podamos tener una vida como la de cualquiera”, pidió finalmente Cervantes.  

“La situación de los crímenes de odio en Puebla todavía es preocupante porque la gran mayoría de ellos quedan impunes. Tampoco sabemos el dato oficial de los crímenes de odio por homofobia que hay, ya que la misma Fiscalía no ha dado un informe sobre esto”, destacó Onán Vázquez de Vida Plena.

“Nosotros después del crimen de Ágnes Torres hicimos contacto con la Fiscalía para realizar el registro hemerográfico de estos casos. En esas mesas de trabajo que se llevaron a cabo durante 2013 y 2014, pudimos realizar los registros de los expedientes que tenían en ese momento”.

“Revisando nos dimos cuenta que solamente se habían resuelto tres crímenes, de los más de 60 que habíamos registrado en aquel tiempo”, la mayoría continuaron impunes, refirió Onán. Fueron 64 los posibles crímenes de odio por homo-lesbo-bi-transfobia, los documentados por Vida Plena del año 1996 a 2019.

“Lo que pasó con Samantha es para nosotros un claro ejemplo de lo que es un crimen transfóbico, precisamente por toda la intención que tienen de matarla. La gran mayoría de los cuerpos [en casos de crímenes de odio] presentan torturas, escritos en el cuerpo, mensajes denigrantes y una serie de atrocidades”, lamentó el activista.

Resolverán sin Fiscalía especializada en feminicidio

Foto: Olga Valeria Hernández


Este fin de semana en una jornada de protesta pacífica a las puertas de la Fiscalía General del Estado en contra de los crímenes de odio en Puebla, personal de la institución recibió una comitiva de tres de las amigas de Sam, quienes exigieron justicia y adecuado seguimiento en el caso del transfeminicidio. La agente del Ministerio Público, Celia Segreste se comprometió a robustecer la investigación y presentar avances del caso en un período de una semana.

Onán Vazquéz recordó que han habido varios intentos de  parte de la comunidad en Puebla por accionar mediante vías legislativas y ganar más derechos, como son el regreso de una Fiscalía especializada en feminicidio y una iniciativa para aprobar el matrimonio igualitario, pero lejos de tener resultados, los avances viven en desconocimiento y sin novedad.

“La Fiscalía especializada en temas de género no sabemos si opera, pero sería muy útil que estuviera activa, desgraciadamente las agresiones nuevamente están presentes, es un fenómeno que no ha desaparecido. Se siguen cometiendo crímenes, y la gran mayoría de ellos continúan en la impunidad”, dijo.

“Eso para nosotros es un mensaje muy alarmante, preocupante porque lo que interpretamos es que con tanta impunidad los criminales se sienten con mayor libertad de ejecutar a las personas [del colectivo LGBTTTTI] porque creen que no van a recibir un castigo”, dice Juan Corona, politólogo y especialista en el tema.

El especialista en ciencia política, consideró que ante un incremento en los casos de crímenes de odio contra la comunidad LGBTTTI se deberían hacer más campañas para erradicar la homofobia, bifobia y transfobia, “en el estado se tiene un día estatal declarado contra la homofobia y transfobia, [a pesar de ello] no se está haciendo ninguna política para la prevención de estas conductas”, dijo en entrevista Corona.

“En lo operativo es en donde necesitamos que haya protocolos de actuación, capacitación y sensibilización, si bien este delito se puede investigar como feminicidio, a mí me preocupa la parte en cómo se integra la investigación y la parte del que el Ministerio Público pueda tener la sensibilización, primero para saber que hay condiciones de identidad, discriminación, la premeditación y para que se pueda investigar como feminicidio”, comentó Juan Corona.

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A pesar del anuncio de investigar el crimen de Samantha Rosales como un feminicidio; al no estar confirmada ni operando en Puebla la Fiscalía Especializada en Asuntos de Género, será a través de la Fiscalía Especializada en Delitos de Alto Impacto con el agravante de feminicidio como se manejará el caso, prevé Juan Corona.

Foto: Olga Valeria Hernández

“Puede estar la figura típica, el homicidio con una causal de odio en relación con la orientación sexual, ya está en el código penal y así se tiene que investigar. La dificultad está en la práctica, cuando se manda el equipo pericial para hacer el reconocimiento de la escena con perspectiva de género. Es muy complicado si no tienes ese protocolo, que se ha pedido por muchos años, y es una obligación que tiene la Fiscalía. Lo emite la Fiscalía General de la República y lo hace obligatorio para todas las procuradurías, pero Puebla no ha querido atenderlo”, explicó el especialista.

Juan Corona agregó que hace falta resolver las investigaciones con perspectiva de diversidad sexual tomando en cuenta las violencias derivadas del odio antes de cometer el crímen, es decir, las amenazas, discriminación, lesiones en asaltos o riñas.

Los activistas han señalado que sí importa saber quiénes son los responsables del crimen de odio perpetrado a Samantha “porque cuando se detiene a los culpables de un delito, se manda un mensaje de no impunidad a poblaciones que históricamente hemos estado política, económicamente, social, culturalmente marginados. Cuando se manda este mensaje de investigación contundente y de una investigación seria inhibe otros actos futuros”, finalizó Juan Corona.

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández

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Autor Lado B
Sam Nolasco